Sólo Lahm, Schweinsteiger y Ribèry repiten del duelo de 2009

Del actual equipo del Bayern, sólo Lahm, Schweinsteiger y Ribèry pueden contar la experiencia de haberse enfrentado al Barça en los cuartos de final de la Champions de 2009. Badstuber, entonces con 20 años, ahora lesionado, había subido del filial por la lesión de Lucio, pero no disputó ni un minuto en la eliminatoria. El belga Van Buyten, que sigue en la plantilla, estuvo en el banquillo en la vuelta, pero no jugó. Un Toni Kroos de 18 años y un Thomas Müller de 19 tenían ya sus oportunidades en el primer equipo, pero tampoco se midieron al Barça en aquel doble duelo de hace cuatro años. Los Demichelis, Altintop, Van Bommel, Klose, Podolski o Luca Toni hace tiempo que se fueron.

En el Barça, en cambio, se mantiene más de medio equipo de aquella eliminatoria. Valdés, Alves, Piqué, Puyol, Xavi, Iniesta y Messi fueron titulares en el partido de ida, que terminó con 4-0 y que, pasado el tiempo, puede considerarse uno de los mejores partidos de la etapa de Guardiola, a pesar de que era la primera temporada del técnico catalán. El Barça fue un vendaval de fútbol ofensivo, sobre todo en la primera mitad, y los goles fueron obra de Messi (2), Etoo y Henry, el tridente de ataque, que hizo 100 goles aquella temporada.

Pinto estaba en el banquillo, Busquets salió en la segunda parte y Abidal jugó en la vuelta. Pedro, entonces Pedrito, había subido ya al primer equipo, pero fue uno de los descartados por Guardiola. La columna vertebral del Barça sigue casi intacta cuatro años después. Pero con cuatro años más. Puyol es posible que no llegue a disputar la eliminatoria por problemas físicos, Valdés ya ha dicho que se marcha del club y Xavi ha comenzado ya a seleccionar sus esfuerzos. Recién recuperado de su tumor en el hígado, Abidal no parece estar para estos trotes tan exigentes. Pero el resto de jugadores, a priori, ha madurado más desde entonces.

"No me extrañaría nada que en poco tiempo los equipos acaben jugando con el esquema del Barça, el 4-3-3 con un pivote defensivo y dos interiores que lanzan a los atacantes", pronosticó Klinsmann, entonces técnico del Bayern, tras reconocer la superioridad del Barça. Hoy día, tras pasar primero por las manos de Van Gaal y ahora por las de Heynckes (las próximas serán las del propio Guardiola, entrenador del equipo alemán a partir de verano), el Bayern se asienta en Javi Martínez de pivote y lanza con Schweinteiger y Müller (Kross está lesionado) a su trío de ataque, que ante el Barça será presumiblemente el formado por Robben, Mario Gómez (Mandzukic está sancionado en la ida) y Ribèry. El extremo francés, que marcó en la vuelta (acabó 1-1 tras el gol de Keita), acaba de declarar que su equipo está más fuerte que en 2009. Y Hoeness, el presidente, que en 2009 no tenían entrenador, un rejonazo en toda regla para Klinsmann. La resaca de aquella eliminatoria parece eterna.

Desde el duelo de 2009, Barça y Bayern han llegado a dos finales de Champions cada uno. Lo sorprendente, si miramos la historia anterior de cada club, es que el Barça ha ganado las dos y el Bayern, a su vez, ha perdido las dos que ha disputado, precisamente ante el Inter y el Chelsea, los dos únicos rivales que han podido eliminar al Barcelona desde entonces. Lo hizo el Inter de Mourinho en 2010, cuando saltaron los aspersores, y repitió el Chelsea de Di Matteo en 2012. No parece casualidad que tanto Bayern como Barça cayeran ante estos dos equipos, que hacían gala de una fortaleza defensiva numantina.

Otra conexión con el presente es que, en 2009, Tito Vilanova era el segundo de Guardiola, pero tuvo que hacer de primero en la vuelta en Múnich. Fue por la expulsión que sufrió Pep en la ida al reclamar un clarísimo penalti a Messi con demasiada intensidad. "Estoy acostumbrado a dar entrevistas, aunque no conferencias de Prensa con tanta gente. Alguna vez tenía que ser la primera", dijo Vilanova entonces. Quizá pueda repetir en esta eliminatoria, en lugar de Roura. Sería una buena señal.