Medel, recriminado por sus compañeros por la expulsión

La resaca del derbi está siendo mucho más agria por Nervión que por Heliópolis, donde se ve el empate como una victoria. En el Sevilla la decepción e indignación por el calamitoso arbitraje del madrileño Del Cerro Grande no aminora, aunque empieza a ser compartida con la decepción y también indignación tras el comportamiento de Gary Medel.

Gran parte del sevillismo está enfocando la rabia en los aspectos que fallaron en Heliópolis y que sí son manejables por el equipo de Unai Emery. Y en ese sentido, la roja que vio el chileno nada más empezar la segunda parte se lleva la palma.

El sudamericano, con su ‘regalo’ en el 1-3 y con su torpe expulsión dio pie a la remontada de un Betis que hasta entonces estaba siendo avasallado. No es la primera vez que el chileno deja en inferioridad a sus compañeros cuando el partido está de cara.

Lleva siete rojas desde que viste de sevillista (tres este curso) y ya hizo lo mismo ante el Barcelona en septiembre, con 2-1 a favor y cayendo absurdamente en la provocación de Cesc, que simuló haber recibido un cabezazo, engañando a Mateu Lahoz.

Llueve sobre mojado y el enfado en el Sevilla con Medel es supino. Dentro y fuera del vestuario. Según ha podido saber AS sus propios compañeros recriminaron a Medel por su torpe expulsión.

El enfado de la plantilla sigue siendo enorme, a pesar de que el chileno es uno de los más queridos en el vestuario. Además, Emery pensó en sustituirlo al ver su progresivo calentamiento tras el penalti pitado a Fazio por supuesta falta a Jorge Molina, pero decidió confi ar en su pupilo, en teoría escarmentado por episodios anteriores.

Arriesgó y se equivocó, el técnico vasco. No se queda ahí el enfado con Medel, pues hasta el equipo directivo tenía un enfado descomunal, especialmente un Del Nido encolerizado.

Desde el club siempre se ha intentado destacar las notables cualidades de Medel como futbolista, pese a tener un amplio currículum de salidas de tono en su vida personal y profesional, sobre todo en Chile. Pero en Nervión se empieza a estar harto de un jugador que resta demasiado para los intereses del Sevilla. Su fama ya traspasa fronteras, los árbitros, ante

la duda, le expulsan (lleva tres esta temporada) y los rivales le provocan. El Sevilla lleva jugado este año la friolera de 309 minutos en inferioridad (doce expulsiones en total). Diez goles ha encajado en ese tiempo, casi todos decisivos.

En el Betis, por contra, pocos reproches hay. Ni de la afi - ción a sus jugadores (todo lo contrario que en la ida, aunque Nosa Igiebor le hiciera una doble peineta a la grada), ni de Mel a sus pupilos. La temporada puede acabar en sobresaliente si consigue pasaporte europeo, objetivo por el que también lucha un Sevilla en claro, aunque lento, crecimiento.