Las Palmas y Hércules firman un empate que parecía escrito

Maktub, preciosa película protagonizada por Goya Toledo y Aitana Sánchez Gijón, cuenta la historia de Antonio, un joven canario que padece cáncer. “Está escrito” es el significado de esa palabra árabe que da nombre al film de Paco Arango y que bien pudiera hacerlo con el partido de ayer. Una vez analizado el mismo, parecía estar escrito que el Hércules aguantaría el 0-0 pese al empuje de una afición entusiasta y una Unión Deportiva ineficaz. Van dos veces seguidas en su estadio pero ayer salvó un punto, estando a cinco del ascenso. Mientras, el Hércules sale del descenso seis meses después

Hizo el equipo alicantino el partido que le convenía. Solidarios hasta el extremo, fueron muy serios los futbolistas de Quique Hernández. Excelentes atrás, buscaban ese contragolpe que les diera la vida, como hizo Braulio a los 30 segundos con un latigazo que exigió lo mejor de Barbosa. Pronto se paró el partido por la lesión del árbitro Sureda Cuenca, lo cual cortó el ritmo a los dos equipos. Las Palmas parecía enredada hasta que Chrisantus, solo ante Falcón, ahogó en un grito de decepción lo que a punto estuvo de convertirse en el clamor de un gol.

Salió la formación grancanaria activa tras el descanso, consciente de que le debía un triunfo a la cálida masa que le apoyaba. De nuevo Chrisantus falló un gol cantado. Parece gafado, quizás víctima de una competición que hace consigo mismo. Apenas había noticias del Hércules, rendido a una suerte que le fue esquiva a Thievy, al que la escuadra escupió uno de los goles del año. Ni con el empuje del siempre dispuesto Vitolo se movió el 0-0. Estaba escrito…