Seiscientos hinchas recibieron al Málaga a las seis de la mañana

Seiscientos aficionados madrugaron o trasnocharon para recibir a los héroes del Málaga. Eran las seis de la mañana. Unos y otros vencieron los rigores del agotamiento para reconfortarles y vitorearles. Hubo escenas muy hermosas como la del director deportivo, Mario Armando Husillos, llorando de emoción. "Increíble ver a tanta gente esperándonos", proclamaba a sus allegados con la carne de gallina.

Una vez más, el entrenador fue el más aclamado. "¡Manuel, Manuel, Manuel Pellegrini!", al ritmo musical de la conocida y universal melodía 'Antón Pirulero'. El Ingeniero, cansado, triste por el fallecimiento de su padre e indignado por el expolio del un señor de Escocia llamado Craig Thomson, correspondió a la gente con cordialidad.

Varias pancartas. Una especialmente contundente: "¡Sí pudimos, no quisieron, UEFA mafia!", complementada con estruendosos cánticos contra el presidente del máximo organismo continental, Michel Platini, a quien se considera uno de los artífices del castigo al club, sin jugar un año en competición continental. A todo esto, les recordamos que el 14 de mayo se celebrará en Lausana (Suiza) en juicio en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y el 14 de junio se dictaminará si esta terrible sanción es revocada o no. Como ya saben, el club se quedaría sin jugar la Champions League o la Europa League durante una campaña dentro de las próximas cuatro. Es decir, si este año no se clasificara y el siguiente sí, tampoco podría acceder. Todo esto hasta 2017. Una barbaridad.

Sufrimiento y honor. La temporada que está viviendo el Málaga está alternando pescozones extradeportivos con hermosas hazañas sobre el terreno de juego. Retrasos en el pago a los futbolistas, decisión de Abdullah bin Nasser Al-Thani, propietario y presidente del club, de no poner más dinero, denuncias de otros equipos y acreedores, reclamación de Hacienda, severa e implacable sanción de la UEFA, muerte del padre de Martín Demichelis y el de Manuel Pellegrini... Un equipo sufridor y lleno de cardenales, pero digno y valiente. En el aeropuerto de Dortmund, el comentario más repetido por los expedicionarios era descorazonador: "Con todo lo que hemos pasado este año y encima no nos permiten clasificarnos a las semifinales". Vicente Casado, el infatigable director general de la entidad, reflexiona: "A lo mejor tres equipos españoles en semifinales parecían demasiados". Juzguen ustedes.

Joaquín, abatido. El portuense, que hizo un partido colosal, se daba cabezazos contra las esquinas. No daba crédito. "Se puede perder, pero no así", exclamaba. "Sospechamos de Platini y de todos lo que están ahí, porque somos el Málaga y no el Madrid, es más fácil hacer esto con nosotros", aseguró en El Larguero de la Cadena SER.

Sentimiento de impotencia, de rabia y de expolio. Pellegrini, llamado por sus paisanos de Chile 'el estratega' siempre se caracteriza por su ponderación a la hora de hacer juicios de valor. Esta frase es para reflexionar: "Un equipo sancionado no podía jugar la semifinal de la Champions".

Málaga, una provincia castigada por un paro que afecta al 37%, había hecho piña con el equipo de fútbol porque le daba alegrías que le han dinamitado de golpe. Pero la gente no se arruga. Jamás.