La Juve se aferra a Pirlo para tratar de sorprender al Bayern

El 2-0 con el que el Bayern viaja a Italia es más corto de lo visto en la ida. Bastante más. Y esa es precisamente la mejor noticia para una Juventus herida, no muerta, que confía en poder dar un susto al Bayern, arrollador allá por donde ha pasado. Campeón de la Bundesliga con mes y medio todavía por jugarse, triunfador incontestable en sus duelos de enjundia en lo que va de Champions, a los de Heynckes les bastará con mantener la inercia que arrastran hasta ahora para estar en semifinales.

Vuelve al once Javi Martínez, sancionado en la ida, pero no estará Kroos, lesionado en aquel mismo duelo. El equipo gana en fuelle y pierde en control, aunque la presencia de Müller por dentro y Robben en la derecha es más vertical que cualquier otra opción. El holandés, inspirado, sigue siendo difícil de parar pese a que los años se acumulen y su irreparable falta de puntería ante el portero se acentúe.

Bajas. Igual de tocado o más quedó el centro del campo de la Juve tras el envite de Múnich. El carrilero Lichsteiner y el volante Vidal vieron una amarilla que les impide jugar hoy y que deja completamente huérfana la banda derecha. Padoin y el todoterreno Pogba ocuparán sus puestos con el objetivo de proteger a Pirlo del mayor poderío físico germano.

Y es que Conte tiene claro que sólo con el talentoso regista a su máximo nivel -algo que no ocurrió en Alemania- es posible la sorpresa. Vucinic será el encargado de los goles y Giovinco, aún renqueante, deberá esperar su momento en el banquillo. Pita un español, Velasco Carballo, y sólo habrá un superviviente: Bayern o... ¿Bayern?