La plantilla se resigna al aplazamiento del salario

Los capitanes del Espanyol escucharon por boca de su presidente, Joan Collet, el pasado jueves, que el club no podía cumplir los plazos pactados para pagar el salario de la plantilla. Lo aceptaron con resignación y profesionalidad, asumiendo las dificultades económicas por las que pasa la entidad y también dejando claro que ellos poco pueden hacer más allá de seguir compitiendo. Los jugadores perciben una cantidad mínima cada mes con tal de paliar los retrasos, pero el club no ha podido aún hacer efectiva la primera parte importante de la nómima que se había acordado una vez Collet fue investido presidente.

El motivo es el retraso en la firma del crédito de cuatro millones de euros que está ultimando Teoserver SL (Dani Sánchez Llibre y Ramon Condal) y que se oficializará "lo antes posible" en palabras del presidente. Debido al embargo de Hacienda de los derechos televisivos desde diciembre, la entidad se ha visto obligada, con tal de pagar la deuda con la administración pública, de retrasar los pagos a proveedores y empleados. Estos últimos, apenas han cobrado entre el 40 y el 60 por ciento de febrero, por lo que aún se les adeuda la parte de ese mes y el actual. Collet, sobre los jugadores, dijo el jueves que "me quito el sombrero con ellos. Se comportan magníficamente. El factor humano es excelente". El club confía en que la situación económica no afecte el rendimiento.

"Renovar a Aguirre no depende sólo de salvarse"

El futuro de Javier Aguirre sigue llenando espacio mediático porque ni entrenador ni club han mostrado públicamente sus intenciones. Ambos han ido aplazando la decisión hasta la salvación matemática o, como aseguró Joan Collet, más adelante, porque "renovar a Aguirre no depende únicamente de la salvación. Hay otros factores que el director deportivo deberá valorar". Por primera vez, el presidente se sale del rígido discurso y añade un elemento más al análisis. El presidente insistió en que no se ha hablado en el Consejo sobre este asunto y que la decisión de si se renueva o no la tomarán únicamente tres personas: "Perarnau, Iñaki y yo". El presidente también dejó un mensaje algo críptico sobre la renovación de Joan Verdú, que calificó de "poco complicada". "En el fútbol se piensa en el día a día, pero nosotros tenemos que pensar también en el mañana. Hay que gestionar el club para tres o cuatro años. No me refiero a Verdú, pero hay que analizar también estos parámetros". El presidente habló en la presentación de Víctor Álvarez, contra todo pronóstico, para repasar la actualidad en clave económica, el talón de Aquiles.