El PSG gana al Montpellier y coge carrerilla para el Barça

El Paris Saint-Germain saltó al césped del Parque de los Príncipes con la cabeza puesta en el partido con el Montpellier, pero con la mirada perdida en el partido del martes contra el Barcelona en cuartos de la Champions. El técnico Carlo Ancelotti reservó al delantero Ezequiel Lavezzi, al lateral Jallet y al centrocampista Lucas Moura de cara a ese choque. Un once menos habitual fue el encargado de certificar el liderato del PSG al frente de la Ligue 1, donde, tras la victoria contra el Montpellier (1-0), atesora ocho puntos de renta respecto al segundo, el Olympique de Lyon que jugará el domingo.

Los parisinos atacaban, tenían oportunidades, querían ganar para ampliar el colchón que le separa del Olympique de Lyon. Pero cuando llegaban a la portería de Jourdren, agua. Múltiples ocasiones desperdiciadas por la falta de puntería de los jugadores de Ancelotti, aunque las manos del guardameta del Montpellier también cumplieran su papel. Hasta Ibrahimovic, killer de la Ligue 1 con 25 goles, estaba obtuso. En el minuto 39 desaprovechó una clara ocasión tras una buena jugada de su equipo. Pero su remate, con la única oposición del portero a un par de metros, salió blandito.

El descanso llegó con la posesión dividida, pero con el peligro del lado local. El PSG tuvo seis oportunidades de marcar, mientras que el Montpellier no sumó ni una.

El PSG volvió de los vestuarios con la misma idea con la que entró el ellos. Crear peligro para acabar haciendo diana. En los primeros minutos se sucedieron las ocasiones para los locales. Por la izquierda, por la derecha, juego rápido, Van der Wiel, Ménez, Chantôme. Pero el marcador seguía sin moverse.

Cabella irrumpió en esa avalancha del PSG poniendo el corazón en la garganta a los asistentes del Parque de los Príncipes. Pero Van der Wiel salvó el gol por los pelos. Era la primera ocasión clara del Montpellier. A partir de este momento, los visitantes dejaron de poner la mejilla y sacaron los puños. Arremetieron contra la portería de Sirigu, pero también dejaron más huecos a la espalda que el PSG intentaba aprovechar con contragolpes.

Los minutos de peligro del Montpellier no duraron mucho. Por su parte, el PSG también bajó el listón: la chispa que les daba un plus frente a su rival había desaparecido. A falta de 15 minutos para el pitido final, las jugadas se fabricaban al trote. Hasta que el PSG recordó por qué es el líder. Ménez metió un balón cruzado y entrelíneas que cazó Ibrahimovic a la derecha de la portería de Jourdren. El sueco metió el pase de la muerte y Gameiro, que acababa de entrar al terreno de juego, empujó el balón hacia el fondo de las mallas. Un gol que vale tres puntos y que da un poco más de confianza al Paris Saint-Germain de cara al esperado partido contra el Barcelona.