SAN MARINO 0 - INGLATERRA 8
Festín inglés en San Marino
La bondad y el conformismo de los pupilos de Hodgson impidieron una goleada mayor. Tras anotar cinco en la primera mitad se relajaron en la segunda pensando en Montenegro.
Inglaterra goleó 8-0 a San Marino y bien podría haber marcado una docena. Le habría bastado con subir media marcha a un encuentro que se jugó a ritmo de pachanga de amigos. No exagero. La emoción no estuvo en quién ganaría sino en cuántos goles marcarían los ingleses; o cuántos encajarían los sanmarinenses ... El límite lo estableció únicamente la bondad y el conformismo de los pupilos de Hodgson, que tras anotar 5 en la primera mitad, se relajaron en la segunda pensando en la final del martes ante Montenegro.
Tras un acercamiento de Lampard y un disparo al larguero de Oxlade, el central Della Valle abrió la lata con un gol en su propia portería. Baines lanzó un centro desde el extremo y el defensor de San Marino, de profesión banquero, batió a su guardameta cuando lo fácil hubiera sido despejar el balón fuera. Después, Inglaterra comenzó la particular exhibición goleadora de todo rival que se mide a San Marino. Rooney asistió a Oxlade para el segundo y entre los dos fabricaron el tercero, anotado por Defoe. Young, con un zapatazo desde fuera del área, marcó el cuarto y Lampard hizo el quinto minutos antes del descanso.
Para entonces, nadie echaba ya de menos al lesionado Wilshere y la segunda parte comenzó con el único aliciente de que Rooney se sumase al festín goleador. El objetivo ni costó ni tardó en llegar. Bastó un lanzamiento de falta desde la frontal para que en el minuto 59 el delantero del United estableciese el 0-6. Sturridge, que ocupó más tarde su puesto, también quiso un gol y anotó el séptimo antes de que Defoe cerrase la cuenta con su segundo gol de la noche y octavo del partido.
San Marino que llegó al envite con 0 victorias y 0 goles a favor en sus 4 primeros partidos se marchó de la misma forma. Mientras tanto, Inglaterra sigue segunda y se jugará el liderato el martes ante Montenegro. Aquello será otra historia.