Preguntan en el juicio si Jaime Lissavetzky cribó deportistas

El capitán Enrique Gómez Bastida admitió que entre las personas que habló durante la instrucción del caso estaba el secretario de Estado para el Deporte de entonces, Jaime Lissa­vetzky. "¿Y pactaron ustedes dos una criba de deportistas en el informe?", le preguntó el letrado Ignacio Arroyo. "¿Me está acusando de algo?", fue la única contestación del guardia civil. No hubo más debate, pero se sembró la sospecha.

El abogado de Manolo Saiz regó su interrogatorio de dudas no resueltas y de alusiones a otros deportes. Para empezar preguntó si el médico Miguel Ángel Peraíta y su socio Bartolomé Cobo estaban en el inicio de la operación, a lo que el instructor respondió afirmativamente: "El interés de su vigilancia estaba en sus contactos con Eufemiano Fuentes y surgen a partir de un atleta de raza negra cuyo nombre no recuerdo". Con anterioridad, el guardia civil había reconocido que la investigación arrancó "a partir de atletas y ciclistas de forma genérica".

Pero ningún nombre de atleta se ha hecho público, a pesar de que aparecieron unos calendarios de los Europeos de Goteborg. Por eso Arroyo también preguntó por Urco, no identificado pese a que hay bolsas suyas del 26 de abril de 2006, en plena investigación. En la Operación Galgo, posteriormente archivada, sí se asoció ese apodo a Marta Domínguez.

Otra incógnita sin resolver es Huerto, que el periódico holandés NRC Handelsblad asoció al ciclista Luis León Sánchez, hijo de guardia civil. Y tampoco está identificado Jandro, que aparece relacionado a varios pagos.

Como remate, la Guardia Civil también grabó al boxeador Kiko Martínez, campeón de Europa, en una reunión con Eufemiano Fuentes.