El portero de Zambia Mweene se convirtió en el héroe de su país marcando de penalti el tanto que le dio un empate en un encuentro que se le había atravesado. Nigeria, ofensiva y con dos buenas alas como Musa y Moses, quiso llevar el peso desde el principio, aunque la realidad es que le costó.
Obi Mikel y Nosa no pudieron mover la pelota en un terreno en pésimo estado y las oportunidades llegaron a cuenta gotas. La más clara la tuvo el mediocentro del Chelsea al filo del descanso. Fue mediante un penalti inocente de Nkausu sobre Musa que sin embargo Mikel estrelló en la cepa del poste.
Aquello animó un poco a los zambianos , que por mediación de Kalaba tuvieron su opción más clara cerca del descanso. Un espejismo. La actual campeona de África estuvo muy lejos del nivel que se le presupone y se fue complicando la vida según fueron pasando los minutos.
Más aún cuando Lungu perdió un balón decisivo en mediocampo ante la presión de Mikel y permitió que Emenike encontrara y aprovechara la posibilidad de disparo. El delantero del Spartak, como ya hiciera ante Burkina Faso en el debut, no desperdició el regalo y adelantó a los nigerianos con un disparo bajo y ajustado.
Desde entonces la selección de Renard estiró las líneas y se lanzó a por un empate que le salvara de un futuro oscuro. No hubo muchas alternativas más allá de una oportunidad de Mbesuma, aunque la historia cambió cuando el árbitro señaló un dudoso penalti por agarrón sobre Mayuka.
El portero Mweene, que ya ha marcado más goles de este modo a lo largo de su carrera, cogió el balón y lo colocó en la escuadra de la portería de Enyema. Gol del cancerbero y final inesperado para un partido sin guión.