Tito Vilanova volvió para dirigir la orquesta azulgrana

Tiago tuvo su pasado en el balonmano...

El Atlético de Simeone funciona aunque varíen sus piezas. La más significativa en las últimas semanas ha sido la entrada de Tiago por Mario Suárez. El portugués ha respondido en los tres encuentros que lleva de titular como antes hizo en otros clubes. Y eso que su carrera estuvo a punto de perderse. De hecho, con 13 años decidió convertirse en portero de balonmano y lo hizo tan bien que llegó a la selección territorial. Estuvo dos temporadas, hasta que un familiar le consiguió convencer para que volviera al fútbol. Fue en el Ancora Praia. Luego en el Braga. Y de este modo se logró olvidar que este exquisito mediocentro bien pudo ser portero de balonmano.

El 'Euskobetis' vuelve a estar a la vanguardia

El Betis y el País Vasco tienen un vínculo especial. Especial y peculiar. Algunos jugadores tan importantes como Ansola, Antón, Esnaola, López Ufarte y los Ríos -Eusebio y su hijo Roberto- aprovecharon ese puente imaginario para recorrer los mil kilómetros que separan sus tierras de Heliópolis. El aperturismo de los béticos agrada a cualquiera, por muy lejos que esté su lugar de origen. La tendencia ha vuelto en los últimos años con Beñat. El Betis busca en la cantera vasca lo que no encuentra en casa. Ayer debutó con el primer equipo Eder Vilarchao, llegado de Sestao, y estuvo en el banquillo aunque no salió Eizmendi. La fórmula funciona de nuevo. La fórmula del Euskobetis.

Ebert llegó gracias al consejo de Bea

Iñaki Bea es un jugador español del Wacker Innsbruck austriaco. Allí aterrizó del Murcia, aunque antes había militado en el Valladolid. Ese es el vínculo que une al club pucelano con el fenomenal Ebert. El nexo decisivo. Cuentan que el director deportivo y excompañero Alberto Marcos le llamó un día para preguntarle por algún extremo que le hubiera llamado la atención por la zona. Tenía esa demarcación por cubrir y cualquier recomendación era buena. Bea, influenciado por un reportaje leído en Kicker, le comunicó que Ebert estaba sin equipo tras bajar con el Hertha de Berlín y que sería una opción muy interesante. Y así surgió el interés por un futbolista que deslumbra en Zorrilla a base de intensidad, talento y goles. El fichaje revelación de la temporada. Coste cero, implicación máxima y rendimiento asombroso. Nada tan fácil como hacer caso a los amigos para lograr lo que uno pretende. Nada tan fácil como fiarse de Iñaki Bea, el futbolista ojeador, el hombre que logró que Valladolid y Ebert formaran un matrimonio que ya nos deslumbra a todos.

El fin de ciclo de Kaká se acompaña de rojas

Los mejores jarrones son los que se rompen en más pedazos. El de Kaká cae con tanta fuerza que amenaza con no dejar rastro ni pieza de su paso por el Madrid. O sí. El brasileño costó dos tercios de lo de Cristiano y su rendimiento está tan alejado del del portugués que saber que cobran lo mismo es motivo de sonrojo. En Pamplona duró 17 minutos sobre el campo y vio dos amarillas con las que borrarse de un día en el que exigirle responsabilidades. En las diez temporadas que lleva en Europa -seis en Milán y cuatro en Madrid- jamás había sido expulsado y la situación recuerda demasiado a la vivida con Brasil. En el Mundial, cuando ya era discutido, fue expulsado ante Costa de Marfil para acelerar el fin de su ciclo internacional. El mismo que activó en Pamplona para con el Madrid.

Un trampolín único para nuestra Liga.

El Rayo suma y sigue. No para. Es encomiable el rendimiento del club madrileño, casi siempre más a la sombra de lo que por rendimiento debería. Y es que no hay en Primera un trampolín como el suyo. La escuela de Payaso Fofó sigue mejorando jugadores. Futbolistas que llegan crudos y acaban por salir en el punto de cocción perfecto. Sucedió con Michu y Diego Costa el pasado año. Con Coke y Armenteros el anterior. Con Diamé. Con Amaya. Vallecas es el paraíso de los ojeadores y muchos de ellos ya han apuntado este curso a Piti, Lass y Leo Baptistao. No es de extrañar. En San Mamés volvieron a evidenciar lo que es el Rayo. El Rayo les ha hecho estrellas. Otras más.

Ansotegi: fútbol en tierra de pelotaris

A Las ausencias de Íñigo Martínez y Mikel González permitieron que Ansotegi fuera de nuevo titular en la Real. Hacía cuatro meses de la última vez. El central de Berriatúa ha sabido esperar en silencio su oportunidad, como le enseñaron desde siempre en el pueblo: trabajo y más trabajo. Ion se inició en el mundo del deporte jugando a pelota vasca, primero con cesta y después ya a mano. Su futuro, como el de muchos chicos de la comarca, parecía ligado a esta disciplina, pero el Eibar y luego la Real le criaron hasta ser un central rocoso y disciplinado. Su infatigable espíritu también ha calado en Montanier. En caso de urgencia, siempre le quedará el pelotari...

Camacho vio lateral donde había policía

El lateral Joao Pereira por fin encuentra con Valverde la continuidad que hasta ahora las lesiones le negaron en el Valencia. La suya es una historia singular. El portugués se crió en la barriada de Meia Laranja, en Lisboa, entre problemas relacionados con la droga y la delincuencia. Su familia supo alejarle de ese mundo y el fútbol fue el camino perfecto. También los estudios. Con los exámenes para ser policía a la vuelta de la esquina, un día le llamó Camacho para entrenar con el primer equipo del Benfica y aquello le cambió la vida. El futuro agente se convirtió en lateral derecho de la selección portuguesa y del Valencia. Así es el destino. Así es la vida.

El personaje: Tito Vilanova

El Barça completó una primera vuelta casi perfecta en Málaga. De todos los equipos de Primera sólo el Madrid ha sido capaz de arañarle un empate. Es asombroso que Tito Vilanova haya sido capaz de mejorar los números que su antecesor Guardiola había firmado. Lo es aún más si tenemos en cuenta el problema de salud que le ha hecho pasar por el quirófano y que aún hoy le obliga a revisiones y costosas recuperaciones. Seguro que la mayor ilusión con la que cuenta Tito es sentarse domingo tras domingo a dirigir la orquesta de estupendos músicos con la que cuenta. Uno es feliz con lo que es suyo. Y este Barça, el mejor Barça de siempre, en buena parte es suyo. Eso es indiscutible.