Sevilla 1 - Mallorca 2
El Sevilla cumple el trámite y el Mallorca dice adiós ganando
El equipo balear se impuso en la vuelta con goles de Brandon y Alfaro, pero será el Sevilla el que dispute los cuartos de final.
El Sevilla se tomó sólo 20 minutos en serio el trámite que ayer tenía ante el Mallorca, tras el 0-5 de la ida, y se enfrentará al Zaragoza en cuartos de final. Las ganas de Javi Hervás, Manu, Perotti y Alberto Moreno, más el empuje de un Kondogbia que poco a poco encandila a todos, fue suficiente para que los valientes que acudieron al Pizjuán al menos se entretuvieran un poco al principio y para que los de Míchel enfilaran más aún una eliminatoria ya decidida en Palma en diciembre. Esta vez no superó al Mallorca, que dio la cara mucho más que hace un mes (hubiese sido de juzgado de guardia que imitara aquel partido) y que incluso se permitió ganar en el Pizjuán para recuperar parte del orgullo perdido.
Un gol de Manu en la primera mitad (en un córner que la defensa bermellona no supo despejar y que Cala había rematado en primera instancia) parecía preceder a otro triunfo sevillista, pues el Mallorca parecía más centrado en la premisa de Caparrós (“Que no se lesione nadie...”) que en disputar al menos el partido. Surtieron efecto las oraciones del utrerano: nadie se lesionó. Todos ‘vivos’ para la próxima final, en Pucela el sábado. Y eso que el utrerano reservó en el banquillo a los muchos canteranos que se llevó en la expedición. Después sí les dio bola.
Destacó Brandon, que tardó cinco minutos en marcar y dedicárselo a Caparrós. Tiene mucha intuición, promete. Casi bate el récord de Gálvez, que logró su primer gol en el Mallorca con 17 años y 193 días (Brandon tiene 17 años y 340 días). Después entraron Nico y Álvaro. Todo en una segunda mitad en la que apareció la tradicional caraja sevillista, que salió a verlas venir y en diez minutos vio cómo el Mallorca, que decidió presionar arriba, le marcó dos goles y forzó un penalti de Coke que el árbitro no vio. A los de Míchel les bastaba con ir al ralentí, pese al enfado de la grada, que divirtiéndose con Kondogbia y centrándose en ver si Babá y Stevanovic hacían algo. No. A Gonzalo, el único canterano que tuvo al menos minutos, no le dio tiempo. Y es que el partido se había puesto tan feo para el Sevilla que Míchel sacó a Rakitic. Ahora espera al Levante o al Zaragoza en unos cuartos apasionantes.