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Escocia

La dura vida del Rangers en las catacumbas del fútbol escocés

Hacienda y los clubes lo condenaron a la desaparición, pero en dos años puede regresar de nuevo a la elite. Al ser refundado cambió. El nuevo es Rangers Football Club

La dura vida del Rangers en las catacumbas del fútbol escocés

No es sencillo para un histórico como el Rangers levantarse cada día. Una nefasta gestión económica condenó le condenó al infierno, lugar en el que se está situando y en el que busca un trampolín que le vuelva a llevar a lo más alto para reeditar su rivalidad con el Celtic. AS repasa el presente de los Blues con una de sus leyendas, Davie Wilson y con algunos de sus apasionados seguidores.

Glasgow cojea de una pierna desde el pasado mes de julio y el Rangers anda moribundo por las catacumbas del fútbol escocés. Una nefasta gestión económica de David Murray (expresidente del club en dos etapas), llevó a los Teddy bears a la quiebra técnica. Primero fue condenado en abril a ceder diez puntos en la clasificación al deber 26 millones de euros al fisco británico, cosa que le sirvió en bandeja el título al Celtic; el segundo paso fue el descenso a la cuarta escocesa tras una votación llevada a cabo por los 30 clubes (25 de ellos le condenaron) que componen la Scottish Premier League dada la situación de bancarrota que hacía insostenible su presencia en la elite del fútbol europeo.

Muchos creyeron entonces en su defunción. Pero siempre aparece un loco romántico al que le sobran unos cuantos millones para cumplir su sueño: gobernar un club de fútbol. Fue el caso de Charles Green (un exfutbolista que no destacó mucho) el que decidió invertir para darle respiración asistida al club de sus amores. Peleó con The Royal Bank of Scotland, que no quería saber nada de financiar operaciones inciertas, por lo que finalmente fue Metro Bank los que arriesgaron. Tras consultar las cuentas y ver viable la operación se presentó con un talón de siete millones de euros; entonces creó una sociedad (Newco) y cambió el nombre al club: The Rangers Football Club.

"El Rangers está muerto. No tienen nada que hacer". Eso lo dice Tony McCampie, un taxista forofo del Celtic y de aspecto extraño al que la rivalidad con el Rangers le dejó marcado para siempre. "Están muriendo poco a poco", sigue. El discurso poco argumentando del fanático choca frontalmente con el de Davie Wilson, una de las leyendas del Rangers al que la vida le dio la oportunidad de convertirlo en leyenda viva del club protestante.

Cantera.

"La lectura positiva será que el club podrá relanzar la cantera", es la primera afirmación del que fuese extremo de los Rangers. "Uno de las penalizaciones era no poder contratar a jugadores durante un año. Lo cumplimos, pero no nos quedamos tranquilos", prosigue.

Es tal el calibre de la histórica batalla entre el Celtic y el Rangers, que se echan de menos unos a otros. "Pierde el fútbol escocés", indica Wilson, que a su vez informa: "Políticamente no interesa y ya se está trabajando en una ley por la que el Rangers, en dos años, puede estar de nuevo en la Premier. Fuimos la cabeza de turco, pero las leyes están para cumplirse y si Murray lo hizo mal, debemos reinventarnos de nuevo", remarca el ex futbolista, que hace buenas las palabras de Charles Lover, un radical protestante tatuado de arriba a abajo que no le tiene mucho cariño a David Murray: "Éste nos ilusionó un día cuando explicó que por cada libra que gastase el Celtic, el Rangers la doblaría. Y eso, tal y como están las cosas, nos ha costado la ruina".

51.082 fieles llenan Ibrox Stadium

Lejos de abandonar al club, las más de 51.000 localidades que tiene Ibrox Stadium (conocido hasta 1971 como Ibrox Park) se llenan cada día que juega el equipo de Allister McCoist, al igual que las poblaciones que visitan los supporters siguiendo al equipo, hacen negocio: "No todos los que viajan pueden entrar al campo. La capacidad es muy reducida, pero por tal de sentirse cerca del equipo, la gente se mueve", afirma con orgullo Charles Lover. Annie McClought, una de las encargadas de la tienda, confirma la teoría del seguidor: "La gente está orgullosa del sentimiento Ranger y ahora compra más que nunca".