Mundial de Clubes | CORINTHIANS 1-CHELSEA 0
Guerrero amarga a Benítez
Un gol del peruano Guerrero deja sin Mundialito al ‘Spanish Chelsea’. El Corinthians iguala al Barça de Guardiola. Torres estuvo errático y Mata difuminado.
Lloró el derrotado David Luiz al acabar la final del Mundial de Clubes porque seguramente aprendió de pequeño que esta competición se vive antes, durante y después con más intensidad y cariño en Sudamérica que en el resto del planeta. Sólo hacía falta ver la pasión brasileña en la grada de la que se contagió un Corinthians entregado y que acabó llevándose el título con un tanto de Guerrero. Al Chelsea le faltó eso, la creencia de que se jugaban la vida.
Bien puestos en el campo en la primera hora, Benítez buscó con la entrada de Moses por Oscar mayor profundidad, pero perdió cierto control del partido. Podía no haber sido un problema si el equipo hubiera sido más efectivo en la primera mitad o en algunas contras. Cahill la tuvo a bocajarro, Torres también tras un gran control y una volea, Moses tras un pase de Hazard a la espalda de los defensores y también con un lanzamiento desde fuera del área que despejó Cassio con las uñas.
Durante el primer período el partido se podía haber decantado hacia cualquier lado. El conjunto de Tite había puesto las condiciones tácticas y la exigencia en el compromiso para que surgiera los quilates de talento que poseen en todas su líneas. El volante Paulinho apareció por todas partes y con criterio, Henrique elevó el ritmo cada vez que participaba, Emerson colaboró con la creación y la presión, y el delantero Guerrero se confirmó como uno de los arietes más completos del mundo, capaz de aguantar el balón, golpear con precisión, abrirse en banda, arrastrar a los centrales o acabar con una jugada bien trenzada como la del gol en la segunda mitad en la que al Chelsea les faltó contundencia y orden. Seis defensas vieron la progresión del balón sin agresividad, desde la distancia: tres de ellos acabaron sobre la línea de gol detrás del portero, pero la pelota entró.
Se agotó la dinamita inglesa en la segunda mitad mientras el Corinthians se sentía cada vez más cómodo. No es que el Chelsea no buscara el título, sino que los brasileños mordían más. En los últimos cinco minutos la tuvo el Chelsea. Un balón rebotado acabó a los pies de Torres solo ante el portero; el pie de Cassio salvó el empate. Desde ese momento se aceleraron las acciones: tarjeta roja a Cahill, gol anulado con justicia a Torres por fuera de juego y Mata, el mejor de los londinenses, golpeó con el último balón el poste. Ya no hubo tiempo para más...