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MÍCHEL SALGADO

"Mi teléfono siempre está abierto para el Real Madrid"

"Mou hace un gran trabajo en un momento difícil, pero cuando se termine la etapa habrá que pensar en un proyecto de futuro con una identidad madridista".

Míchel Salgado, en su homenaje
PEDRO ARMESTREAFP

¿Cómo le va en Dubai?

 Dejé el Blackburn por sus dificultades económicas y tenían que quitarse las fichas de los veteranos que cobrábamos más. Tenía opciones, pero tampoco quería jugar en España. Y pensando en la familia, para seguir con la educación en el extranjero de los niños, elegimos Dubai. Yo ya había hecho el curso de entrenador en Irlanda. Firmé con Al Jazira y fiché como director del Dubai Sport City, que es un proyecto que arranca este enero, una academia para chavales desde 6 a 16 años.

Hablemos de su trayectoria. ¿Cómo llegó usted al Celta?

Llegué con 13 años. Venía de una familia muy humilde del barrio de Coya, y había una leyenda del Celta, Pepe Villar, que se fijó en mí cuando yo jugaba en el Victoria. Y puso mucho empeño. Siempre venía al mesón de comidas que tenía mi padre para convencerme, hasta que lo consiguió.

¿Recuerda su debut en Primera?

Fue ante el Madrid el 22 de enero de 1995, en el Bernabéu. Tenía 19 años…

Eso curte…

¡Y con 3-0 en contra que debuté!. Hierro y Buyo se cabrearon conmigo. Salí 15 minutos y jugué de interior derecho. Y fui a por todas. A esas alturas corría sólo yo. En una llegué tarde y le pegué a Buyo, y en otra a Hierro, hasta que me echaron la bronca: “¡Estamos aquí 3-0 y tú tocando los hue… vete para allá!”.

¿Cómo recuerda su fichaje por el Madrid?

Fue un año precioso en el Celta, que tenía un equipo increíble. Debuté con la Selección, y desde noviembre tenía ofertas de toda Europa. Y yo quería el Madrid. Y esperé y esperé… Y nada. Tenía 2.000 millones de pesetas de cláusula, mucha pasta para un defensa. Y el día que me iba de vacaciones, en las escalerillas del avión para irme de vacaciones, me llamó Carvajal, mi agente: “¡Pagaron la cláusula!".

¿Llegó con Makelele?

No, él un año después. Me preguntó mi suegro y le recomendé…

Bueno, su suegro, entonces, no de mucho tiempo, ¿no?

A los tres meses de llegar ya estaba con mi actual esposa.

La gente diría: “Eres un listo”.

Pues me vino mal, porque ese verano mi suegro perdió las elecciones. Y lo que vino fue peor, porque nadie se fiaba de mí. Y tuve que hablar con Florentino personalmente.

¿Qué le dijo?

“Presi, ni usted me conoce ni yo a usted, pero por mucho que digan yo no me voy a ir del Madrid. No pertenezco a ninguna persona, sino al Madrid. Y luego incluso llegué a renovar estando él.

Usted tuvo hasta homenaje ante el Rossenborg. ¿Qué le parece que Raúl no lo haya tenido?

Eso depende de la persona y del momento, y de cómo surjan las cosas. Estoy seguro de que tarde o temprano tendrá el homenaje que se merece.

¿Por qué se fue usted?

Lloré mucho antes de tomar la decisión de irme. Las dos noches antes de decidirlo, enteras. El Madrid no me presionó. Fue una decisión mutua. Dar el paso de salir del Madrid es duro. Yo llevo este equipo en la sangre.

¿Qué le parece la gestión de Mouriño en el celta?

Ya ha hecho lo más difícil, estabilizar la situación económica. Fueron años duros en Segunda y se hicieron esfuerzos económicos, y ahora la situación comparada con otros equipos en mejor situación deportiva es más saludable.

¿Y en lo deportivo?

Hablé mucho con Paco Herrera este verano. Catorce de sus jugadores son nuevos en la categoría. Es un hándicap, pero eso ha hecho que la afición se identifique con el equipo. El Celta es otra vez una referencia. Aspas, Oubiña, Álex y otros van a dar mucho. Y se sigue manteniendo el estilo de fútbol histórico del celta, que siempre fue de toque. Incluso lo hizo en Segunda.

¿Es cierto que le ofrecieron o quiso comprar parte del Celta?

Todo es un poco privado…

¿Eso es un sí?

El Celta, más que nada Paco Herrera, me planteó que fuera a jugar con ellos tras el ascenso. Estuve tentado de jugar. Para la afición hubiera sido bueno. Pero tuve que tomar otra decisión difícil.

Hablemos del Madrid: ¿Ha perdido la identidad con Mourinho?

Mourinho está haciendo un gran trabajo en un momento difícil, pero cuando se termine la etapa habrá que pensar en un proyecto de futuro con una identidad madridista. Cuando Mourinho firmó por el Madrid no engañó a nadie. Todos sabían cuál era su identidad y su forma de trabajar. Yo me quejo de Mourinho al cero por ciento. Ha venido en un momento difícil por lo que conseguía el Barcelona y ha sido capaz de acabar con la era Guardiola. Le ganó la Liga. Y es lo que se le pedía. Luego están las formas y el estilo de juego.

Hablando de imagen. ¿Le hizo daño al Madrid la palabra 'Galácticos'?

Hubo un momento en que se hizo daño. Se tomaron decisiones erróneas…

¿Cómo cuáles?

Hombre… Hay un antes y un después de Del Bosque. Y el primer año del después, a pesar de lo dura que fue para el equipo su salida, tuvimos muy mala suerte. Hasta marzo, yo nunca había vivido un año tan bueno. Parecía que íbamos a ganar el triplete fácil.

¿Qué pasó?

Para mí fue un tema más mental que físico. Contábamos con ganar todo y perdimos la Copa en la prórroga con el Zaragoza. Y lo siguiente que nos cayó en la chepa es la eliminación de la Champions cuando veníamos con un 4-2 con el Mónaco. Y eso nos acabó de matar. Y no éramos ya capaces de ganar un partido.

¿Qué tenía de especial Del Bosque?

Él manejó el vestuario más difícil del Madrid. Y no porque estuviera desunido, es que era un vestuario fenomenal porque él lo provocaba. Él nunca tensaba la cuerda. A Del Bosque se le respetaba por su comportamiento dentro y fuera del vestuario. Había un respeto mutuo. Sabías lo que podías hacer y lo que no sin que hubiera reglas de policía. Sabía hasta dónde podía llegar cada uno. Y sabía cuál era la situación de cada uno en su vida personal. Ronaldo, Zizou, Figo, Raúl. Cada uno tenía sus peculiaridades y sus cosas, pero él lo hacía todo normal.

¿Qué cambió cuando se fue él para que el Madrid se desmoronara?

Mire, con Del Bosque los malos resultados no nos afectaban porque en rueda de prensa hacía ver a todo el mundo que no había pasado nada. De allí salía todo el mundo calmado, hasta la Prensa. Tenía a todo el mundo en calma total. Hasta la afición iba al Bernabéu a hablar de fútbol nada más.

Dígame, por favor, que alguna vez le vio enfadado.

¡Eh! Del Bosque se cabreaba. Incluso tiene un humor, muy, muy jodido…

Cuénteme una…

No, no… No puedo. Pero tiene un humor muy bueno.

¿Qué más cambió sin él?

Se vendió que el club quería dar un cambio radical a nivel de imagen. Que fuera un vestuario más exigido. Y cuando llegaron otros técnicos cambiaron cosas radicalmente y de manera estricta. Y eso chocó con el vestuario. Y Vicente sabía marcar las diferencias. Él sabía lo que le podía dar a Ronaldo y no a mí. Y yo a la vez lo entendía. Nos trataba con el mismo respeto pero tenía que dar un poquito más de libertad a otra gente que tenía un tipo de compromiso diferente.

¿Pensó alguna vez que Florentino le iba a dar todo el poder a una sola persona?

Me parecía difícil. Florentino es una persona con poder que controla todo. Y ha hecho cosas muy buenas y como cualquier persona ha cometido errores. Y los ha intentado rectificar. Florentino decidió que Mourinho era su baza para acabar con un momento duro. Él es responsable de eso y por eso le da tanto poder. Pero el fútbol en España y sobre todo en el Madrid no es así. Eso sucede en Inglaterra, pero no aquí. Hay otra cultura, unas estructuras. Es lo que está chocando en el Madrid. Ese gran poder que se le ha dado a Mourinho. Y ahora es complicado rectificar. Es complicado darle la vuelta a la tortilla. A mí me ha sorprendido. Mourinho es el entrenador con más poder en el Madrid.

Ahora Mourinho busca a alguien que dé la cara por él y piensa en Hierro. ¿Se ofrece usted de voluntario?

(Risas). Yo digo las cosas siempre a la cara. Yo me ofrezco a todo lo que quiera el Madrid y siempre que me necesite.

¡Eso es dejar claro un ofrecimiento!

Yo no me ofrezco, usted me pregunta. Mi teléfono siempre está abierto para el Madrid. Para Mourinho y para quien sea del Madrid. Yo no pertenezco a nadie, sino al Madrid. Cuando me llamen para algo, aquí estoy.

¿Le han llamado de alguna futura candidatura?

En ningún momento.

¿Se ve llevando el Madrid con gente como Hierro o Raúl?

Sí, me veo. ¿Por qué no? El Madrid tiene un futuro que pasa por gente importante que haya estado ahí. No sé ni quién será ni cuándo. Gente que estuvo allí muchos años podemos hacer cosas importantes.

¿Soñó con ser presidente?

No presidente, pero desde luego estar ahí en el lío. Más abajo, con una labor relacionada con el vestuario y con el verde. Estar dentro de la directiva pero en una función que me permita estar cerca del verde. Me gusta el fútbol.