CASTILLA 4 - RACING 0
El recital de Jesé alivia al Castilla y hunde al Racing
Dos goles del canario y dos asistencias a Cheryshev en la goleada del filial del Real Madrid al Racing, que continúa en puestos de descenso y hundido en la clasificación.
Andaba Jesé despistado últimamente, pero el canario es de los que merece la pena esperar. Ayer volvió a lo grande. Cuando el Castilla más le necesitaba, cuando las alarmas estaban a punto de saltar, apareció Jesé para liquidar a un Racing que ha entrado en barrena y que pocos argumentos mostró ayer para pensar que puede remontar el vuelo.
El filial se sacudió las dudas con un festival de goles, contras, regates... La segunda parte la aprovechó para darse un homenaje, que bastantes disgustos llevaba acumulados. Como en los tiempos de Segunda B, le bastó esperar el fallo del rival, robar y salir disparado hacia un Mario abrumado. Por la izquierda, por la derecha, el Castilla pudo lograr la goleada del año.
Hablábamos de Jesé, que estuvo en todos los goles. Marco dos en una primera parte más igualada. En el primero, recibió de Cheryshev, encaró a la contemplativa defensa cántabra y cruzó con la derecha. En el segundo, mandó a la red un penalti sobre José Rodríguez. Con ese 2-0 murió la primera parte y el duelo como tal.
Fabri agotó los cambios en el descanso, en una decisión que luego lamentaría, quizá esperando a un Castilla despistado y confiado, pero nada más lejos. Jesé estaba con ganas y sus socios no le iban a la zaga. Lo dicho, el filial sólo necesitó esperar los regalos del Racing y armar la contra. En el 52’, Jesé galopó hacia Mario, abrió a Cheryshev y este fusiló. Tres minutos después, la misma conexión: asistió desde la izquierda el canario y mató el ruso en el área.
El recital lo completó un Derik muy seguro atrás y un Jesús valiente que tapó las únicas llegadas del Racing, que encima jugó casi media hora con diez por lesión de Goikoetxea. A perro flaco... Cinco derrotas enlaza el Racing, que tendrá mucho que mejorar. Su incendio disipa las dudas del Castilla, que disfrutó otra vez del mejor Jesé.