Levante 4 - Melilla 1
Al Levante le vale una buena segunda parte para pasar
El Levante consiguió remontar la eliminatoria gracias a una gran segunda parte, en la que espoleado por Míchel y Roger, acabó goleando a un rival que soñó con superar la ronda.
El Levante consiguió remontar la eliminatoria de Copa ante el Melilla, gracias a una gran segunda parte, en la que espoleado por la actuación de Míchel y el joven canterano Roger, acabó goleando a un rival que soñó con superar ronda, logro que se le escapó a quince minutos del final.
Los valencianos firmaron una primera hora de partido de muy poca intensidad y mordiente, pero el gol de Roger, que supuso el 2-1, cambió la dinámica y la actitud del Levante, que a partir de ese instante sí que plasmó en el terreno de juego su mayor calidad ante un rival de Segunda B.
Un Levante plagado de suplentes no supo meterle el ritmo adecuado al partido, tras el 1-0 en contra de la ida, y lejos de encerrar al Melilla en su parcela, fueron los visitantes los que tuvieron el dominio del balón en los primeros minutos.
Conforme Míchel entró más en juego, el Levante empezó a estirar sus líneas, aunque sin mordiente. Sin embargo, los valencianos aprovecharon un garrafal error de la zaga visitante en el saque de una falta, para adelantarse en el marcador por mediación del lateral griego Nikos.
Poco o nada le duró la alegría a los locales, ya que apenas un minuto después, en un saque de esquina, Chota sacaba petróleo a una jugada tan clásica como efectiva. En una prolongación de cabeza del primer palo al segundo, el exlevantinista marcó a placer el empate.
El Melilla, bien asentado en su parcela, con dos líneas muy juntas, contuvo bien a un Levante inoperante en ataque, que sólo generó peligro en una acción individual de El Zhar y en algunas jugadas a balón parado, aunque se llegó al descanso sin más novedades.
A pesar de la necesidad de marcar dos goles, el Levante apenas inquietaba al Melilla. Para colmo, perdía a su segundo jugador lesionado del partido, el defensa Héctor Rodas, al igual que Pedro Ríos en la primera mitad.
La poca mordiente del Levante se transformó tras la entrada al campo del joven goleador del filial Roger, que en el primer balón que tocó convirtió un gran centro de Míchel, desde la banda derecha, en el 2-1, que ponía emoción a la eliminatoria.
El conjunto de JIM le metió más intensidad al partido y al Melilla le entraron las dudas. Eso fue suficiente para que el partido cambiara por completo.
El sensacional partido de Míchel lo refrendó el centrocampista valenciano al transformar de manera magistral un libre directo que metía a su equipo en los octavos de final.
El Melilla intentó buscar un segundo gol que cambiara el signo de la eliminatoria, pero fue castigado con un contragolpe de Roger, que fue parado en un claro penalti de Sánchez, que supuso la expulsión del zaguero, el gol de la tranquilidad y la sentencia definitiva.