REAL SOCIEDAD 2 - CÓRDOBA 2
La Real deja la Copa ante un Córdoba muy competitivo
Los locales dominaron, pero el Córdoba anotó en dos ocasiones (Kiko y Dubarbier). Por la Real marcaron Griezmann, en fuera de juego, y Agirretxe.
La Real no estaba para tibiezas. Para ganar a un segunda como el Córdoba necesitaba a sus mejores hombres en el terreno de juego. Dicho y hecho, porque Montanier confió la remontada -2-0 en Córdoba- a los Griezmann, Chory Castro, Rubén Pardo, Agirretxe… y muy pronto los locales se pusieron manos a la obra, con un buen remate de Griezmann en los primeros minutos de juego que repelió Sáizar con una gran intervención (minuto nueve).
El Córdoba de Berges salió con la intención de no esconderse en su porción de campo, aunque la inercia ofensiva de la Real fue patente desde los primeros compases. Pese a ello, el conjunto andaluz tuvo tiempo de probar a Zubikarai con un lejano disparo de Fernández tras un saque de esquina. Sin embargo, el conjunto txuri-urdin acaparó pronto la posesión y Rubén Pardo comenzó a dar brillo a la vanguardia realista. Así, Agirretxe pudo marcar el primero tras una preciosa vaselina que se fue alta por muy poco (minuto 16).
Pronto llegó la polémica, porque el 1-0 de la Real se produjo tras un clarísimo fuera de juego. Rubén Pardo centró con precisión a Griezmann, pero el francés se encontraba muy por delante de la zaga cordobesa antes rematar cruzado y adelantar a los suyos (minuto 20). El preciso corte del césped de Anoeta ayudaba a verlo sin necesidad de ojo biónico. Ayza Gámez no lo vio.
Tras el gol, el Córdoba empezó a penar por Anoeta. A pesar de intentar trenzar jugadas y de mover con cariño el esférico, ni Abel, ni López Garai, ni López Silva pudieron abastecer a Patiño. Si a caso, el argentino Dubarbier hizo un par de diabluras por su banda izquierda.
En la Real, Chory Castro y Griezmann pusieron la directa con la intención de no frenar hasta atropellar a Sáizar a base de goles. El uruguayo pudo anotar en el minuto 22 tras una arranca en la zona de tres cuartos, y forzó una amarilla a Fernández cuando se iba como una exhalación hacia la meta rival, en una acción que debió dejar seguir Ayza aplicando la ley de la ventaja. Antes del descanso también pudimos ver a Griezmann en una faceta poco conocida en el habilidoso futbolista: remató tres veces de cabeza.
La mejor noticia para los visitantes es que se había consumido la primera mitad y a la Real, como era de esperar, le entraron las prisas en la segunda. A los pocos minutos Zurutuza fue sustituido y entró Xabi Prieto con la intención de abastecer de centros a sus delanteros. Quizá el más peligroso fue el que puso a Estrada en el minuto 56, aunque el lateral remató forzado.
La Real comenzó a padecer febriles pesadillas producto del certero paso de los minutos. Bajo la espesa lluvia de San Sebastián, Montanier acertó a ver cientos de sátiros portando relojes deformados. Era el principio del fin, la certera cuenta atrás de la vieja Copa. Entonces, Abel lanzó una falta que se encargó de cabecear a la red el central Kiko (1-1, minuto 65).
El francés lo tuvo claro: Ifrán por Illarramendi y más tarde, Vela por Griezmann. Más claro lo tuvo todavía Berges. Parapeto en su campo y contraataque sin riesgos, porque el 1-1 era más que suficiente. Esa contra de manual llegó, y tras un pase medido de Abel, Dubarbier controló, alzó la vista y marcó el 1-2 (minuto 71). La desesperación de la Real Sociedad era palpable: habían hecho un más que aceptable partido, sobre todo en la primera parte, habían llevado el peso del juego… pero lo único que consiguieron al final fue anotar por la mejor banda que tuvieron hoy, la derecha. Estrada se adentró en el área y le puso en bandeja el 2-2 a Agirretxe. No hubo remontada y la Real se despide de la Copa, pagando así su pésimo resultado en Córdoba.