Julio Álvarez da tres goles y desnuda al frágil Castilla

Dos recuerdos no muy lejanos se le reaparecieron ayer al Castilla: el jolgorio de los partidos llenos de goles y la agonía de las jugadas de estrategia. A balón parado goleó el Numancia, en tres acciones que destaparon las vergüenzas del filial. Lo del festival de goles le salió caro al Castilla, que empezó perdiendo, se puso por delante y acabó cediendo a base de cabezazos. El Numancia coge aire y los blancos hilan su sexta jornada sin ganar.

El Castilla venía de no encajar gol en Anduva, pero no prolongó demasiado la racha. No iban ni dos minutos cuando Natalio recogió un mal despeje y marcó ajustado al palo. El gol no varió el guión previsto. El Castilla, de hecho, como más daño llevaba era a la contra: robar y salir rápido, con Borja repartiendo. En una buena combinación llegó el empate: Jesé puso un centro medido y Plano cabeceó a la red. El Numancia aprendió la lección y pasó a frenar con faltas los ataques raudos del filial. Arriba, Bedoya perdonó dos veces el 1-2.

Bombardeo.

El descontrol, como tantos días, llegó tras el descanso. A los 25 segundos, Borja mandó a la red una buena jugada por la izquierda de Jesé y Casado. El Numancia había indultado al Castilla y sin darse cuenta se veía perdiendo. Pero poco le duró la alegría al filial pues, si en la primera parte apenas había sufrido por arriba, tras el 2-1 todo fue un disparate. Tres jugadas a balón parado botadas por Julio Álvarez y tres goles, los dos últimos calcados. Natalio, Del Pino y Regalón fueron los verdugos y ninguno es precisamente una torre. El endeble Castilla, recuperando viejos errores, se mete en apuros...