Valencia 4 - BATE 2
Feghouli mira a los octavos
El equipo cumple al ganar al BATE, sigue líder de su grupo y ya espera al Bayern en Mestalla, donde se jugarán el liderato. Marcaron Jonas, Soldado y Feghouli (2).
El Valencia sufrió poco para lo que pudo haber sido y a su vez más de lo que debería haber sufrido. Ganó simplemente porque es mejor que el BATE Borisov y también porque tuvo el don de la definición en los instantes en los que peor lo pasó, como cuando Jonas abrió el marcador y, sobre todo, cuando Feghouli lo cerró. Digamos que se excedió en su afán de sumar a fuego lento su séptima victoria en nueve partidos, aunque la logró, y con ella tiene los octavos de final a tiro de piedra. Se jugará cerrar su pase y también el liderato en la visita del Bayern a Mestalla del próximo 20 de noviembre.
De primeras decir que bien pudo haberse visto otro partido si el noruego Tom Harald hubiera cazado el manotazo de Soldado a la tripa de Bordachev como sí hicieron las cámaras. De haberlo visto, roja y casi 80 minutos por delante con uno menos. La tensión de estos días por el fallecimiento de su abuelo se notó en las acciones iniciales del capitán blanquinegro, aunque pudo después dedicarle el gol que deseaba, su cuarto al BATE y el 16º en Champions. Normal que la obsesión de Goncharenko fuera atarle en corto.
El gol de Soldado, que llegó apenas un minuto después del de Jonas, dejó descolocado a un BATE que hasta ese instante dominaba en el partido merced al juego entre líneas de Hleb y Bressan. Pero con ese 2-0 la historia fue diferente. Ni tan siquiera hizo falta, a punto de llegar al descanso lamentarse de otro penalti cometido sobre Soldado que los árbitros pasaron por alto.
Gago y Tino tomaron entonces el mando. Entre ambos argentinos, el primero de los dos goles de Feghouli y que el BATE parecía que estaba a otra cosa, el partido parecía abocado a que pasaran los minutos sin otro fin que alcanzar los 90 y cada mochuelo a su olivo. Pero un primer error de Guaita, a quien la pelota se coló entre las piernas tras un saque de falta de Bressan, y otro posterior, si cabe más impropio, cometido por Gago, que se empeñó junto a Ricardo Costa y Rami en jugar con el balón donde la norma dice 'patadón y fuera', metieron de nuevo en el partido al BATE y sobre todo hicieron temer lo peor a los presentes en Mestalla. Mas el susto sólo duró tres minutos, los que necesitó un recién entrado Ever Banega para hallar su sitio en el campo y dar una asistencia magistral a Feghouli. Punto y final. Los octavos, mucho más cerca.