Liga BBVA | Betis 2 - Real Sociedad 0
Adrián le puso la luz al Betis
El portero canterano debutó como titular y realizó todo un partidazo. Los verdiblancos durmieron en Champions. Paulao y Rubén hicieron los goles.
Hace ocho temporadas debutó en el Carlos Belmonte de Albacete un chaval de la cantera llamado Toni Doblas. Aquel día causaban baja Prats y Contreras. Las dudas se tornaron pronto en ilusión por volver a tener un portero de garantías bajo los palos de la portería bética y ahora vuelve a ocurrir lo mismo. Ni Mel ni su afición confían en Fabricio ni Casto. Ninguno ha dado señales para que ganarse el puesto y en la sombra esperaba Adrián. El sevillano, fan incondicional de Joaquín desde su habitual sitio en la grada del Villamarín, ya jugó en La Rosaleda y no lo hizo mal pese a la goleada encajada. Pero anoche estuvo inconmensurable. El portero fue el mejor de su equipo. Las portadas se la llevarán Paulao o Rubén Castro, pero Adrián fue decisivo. Sus paradones fueron antológicos y el Betis durmió anoche en puestos de Champions en gran parte por sus intervenciones. Por cierto aquel Doblas metió al Betis en la Liga de Campeones y posó de inicio en el once titular de la segunda Copa del Rey en el Vicente Calderón.
El partido empezó con retrasó por el apagón previo (todos recordaron aquel aplazamiento de septiembre de 2002 contra el Real Madrid), pero primero Paulao y después Rubén Castro le pusieron la luz a un buen Betis. Un buen Betis porque tiene la pegada de la que ha adolecido el cuadro heliopolitano en otras temporadas, pero termina sin hacerse dueño de los partidos y además concede claras ocasiones a los rivales, que en esta ocasión no supusieron un problema mayor por las soberbias intervenciones de Adrián. Aunque está claro que con la columna vertebral, Paulao, Beñat y Rubén Castro, todo es más fácil. Uno pone la seguridad atrás, otro las asistencias que no se recordaban en Heliópolis desde Cardeñosa o Jarni y al tercero los goles que lo meterán por méritos propios en la historia bética.
Desde el principio, los verdiblancos le pusieron mucha más intensidad al partido y se hicieron con el dominio de la situación. La movilidad de Pozuelo creó mucho peligro y el sistema de Mel sorprendió a Montanier. El técnico bético se olvidó de los extremos y reforzó al equipo por el centro. Nosa volvió al once para actuar de mediapunta, aunque sigue defraudando, y los laterales fueron los que creaban peligro por banda. Nelson y Álex Martínez la recorrieron una y otra vez. El canterano estuvo sensacional y mejoró las prestaciones de Nacho tanto en ataque como en defensa. Parece que el Betis ha encontrado lateral zurdo para mucho tiempo. Con esta disposición, el Betis creó ocasiones hasta el golazo de falta de Paulao tras rematar un córner de Juan Carlos.
Repetido. La situación del encuentro recordó en gran medida a lo que se vivió hace dos semanas contra el Espanyol. Duelo de equipos igualados que se resolvía con un cabezazo de Paulao. El brasileño va ganando enteros. Es vital en este equipo y su ausencia se notó muchísimo ante Atlético de Madrid y Málaga. Golazo y a vivir, porque desde ese momento, mediada la primera mitad, el Betis se relajó y la Real comenzó a estirarse. Un jugadón de Xabi Prieto dejo solo a Carlos Vela ante Adrián, que acabó con paradón del meta bético. Y así hasta en tres ocasiones.
En la segunda mitad todo siguió igual. Los donostiarras dominaban el choque y llegaban sobre todo a base de balones parados. En el Betis sólo un zapatazo de Rubén Castro el larguero. Mel intentó darle más fortaleza a su equipo con la entrada Rubén Pérez, Nacho y Agra, pero no lo consiguió. Las contras béticas no creaban ningún peligro y el marcador corría demasiado riesgo. Sólo al final, una falta magistralmente botada por Beñat y cabeceada por Rubén Castro puso la tranquilidad. Golazo de Champions. Y es que el los béticos durmieron en Liga de Campeones, pese a la infantil expulsión de Mario en las postrimerías. Después de una semana tan movida, la tabla dicta sentencia. Este Betis iguala al del año pasado y ya mira hacia arriba con ilusión.