El Atlético persigue el pleno al 15

El 20 de octubre de 2011 el Atleti dio una horrible imagen en Italia y perdió 2-0 contra el Udinese en la liguilla de la Europa League. Manzano aún ocupaba el banquillo y nada hacia presagiar el esplendor actual, menos de un año después. Pero ya se sabe que la única ciencia aplicable al Atleti es la ciencia ficción, y de golpe la noche se hizo día: llegaron Simeone, la Europa League, la Supercopa y este fabuloso arranque de Liga. Y en su resurgir, el Atleti hizo (y sigue haciendo) historia en Europa al conseguir la racha más larga de triunfos continentales jamás vista.

Si esta noche gana al Viktoria Plzen checo, encadenará quince triunfos consecutivos desde aquella derrota en Udine. Lejos queda ya el anterior tope de once victorias que habían alcanzado el Barcelona 02-03 y el Ajax 87-88. Y aunque Simeone volverá a sacar un once plagado de suplentes, permitiendo así que las estrellas tocadas (Falcao y Arda) lleguen bien al duelo en la cumbre con el Málaga del domingo, el Atleti ya demostró en Tel-Aviv y Cornellà que sus secundarios son de lujo. Al fin su banquillo tiene más de Pepe Isbert que de Gracita Morales y maneja más registros que la comedia torpe.

Será interesante leer los posos del té en la alineación de Simeone. Si como parece, Raúl García no es titular, quedará ratificado su ascenso de suplente claro a titular habitual. Y apetece ver a Emre, que juega poco pero deja ganas de más cada vez que aparece.

Pese a las ausencias, Koke, Cebolla, Adrián y Diego Costa formarán un ataque de alto nivel. Una vez más, el asturiano será el centro de las miradas de un Calderón que le adora y empieza a preocuparse ante su prolongado bache. Cualquier síntoma de recuperación será bienvenido y ahuyentará el fantasma de estrella fugaz.

El rival.

Por su parte, el Plzen es una oveja con piel de cordero. Sin su mejor futbolista, Kolar, su mayor peligro reside en la zurda de un veterano de 37 años como es Horvath. No asusta, es cierto, pero el año pasado dio la cara en Champions y llegó a arrancarle un empatito al Milán. Si el Atleti se suma a la moda de hacer chistes sobre cerveza en vez de tomarle en serio, puede llevarse un susto. Pero no parece, no en estos tiempos de Simeone en los que el Atleti camina por Europa con la autoridad de lo que es: un grande.