Di Stéfano tiene una sala propia en el museo blanco

Entrar en el remodelado Museo del Bernabéu es como hacerlo en un universo matrix. Centenares de documentos escritos, imágenes y vídeos con los que bucear por la historia del Madrid al alcance de un movimiento de la mano. La tecnología multi-touch permite abrir imágenes o vídeos con sólo tocarlos con un dedo, expandirlos, moverlos de sitio... Es como estar delante de un Iphone gigante que contiene toda la historia del Madrid.

Alfredo Di Stéfano inauguró ayer, además, la nueva sala que lleva su nombre. Un recorrido por la vida personal y profesional del mejor jugador blanco de todos los tiempos. "Quiero felicitar a todos los que han participado de este proyecto tan bonito. Jamás me imaginé algo así. Son recuerdos antiguos contados de una manera moderna", dijo La Saeta a la web del club. La mayor parte de la exposición está compuesta por cientos de documentos y objetos que él mismo donó hace unos meses, desinteresadamente, a la Fundación del Real Madrid.

En una atmósfera de intimidad y con el Nessun Dorma de Pavarotti de fondo, llama la atención el Súper Balón de Oro que France Football le concedió en 1989, el contraste de los borceguíes que tenía de adolescente con respecto a los que llevó en su partido de homenaje ante el Celtic de Glasgow, la exposición de todas las camisetas que vistió, el primer contrato que firmó con el Madrid el 22 de septiembre de 1953... En ese contrato hay una cláusula tan especial como era Bernabéu: "En caso de faltas graves de disciplina o conducta, el club podrá pedir la suspensión del contrato...". No hizo falta, La Saeta fue un ejemplo para los suyos y los que vinieron después.

Un gran panel interactivo que ocupa una pared entera (obsérvenlo en la imagen de arriba de Florentino) repasa toda su vida. Desde 1926 (año de su nacimiento) hasta la actualidad. Necesitará una mañana para profundizar en ese panel lleno de fotografías, vídeos de partidos y goles y también vídeos personales. El propio Di Stéfano quedó impresionado con dos vídeos inéditos desconocidos para él mismo. Uno de cuando jugaba en River y, sobre todo, uno familiar en el que aparecen sus cuatro hijos correteando junto a él y su mujer en 1950, en su casa de Buenos Aires, cuando volvió después de haber fichado por Millonarios. Ambos fueron traídos de una hemeroteca de París. Y de postre, una gran pantalla con un montaje audiovisual animado con tecnología 3D que dura dos minutos, con testimonios de Pelé, Maradona o Zidane hablando de él. Don Alfredo, emocionado, quiso verlo dos veces seguidas.