Benzema marcó su gol más trascendente...
Karim estaba protagonizando su peor arranque de temporada desde que es jugador profesional, hasta que un golazo suyo ante el City (2-2) alimentó una noche mágica en el Bernabéu. Y frenó la fuga de muchos aficionados...


El gol del serbio Kolarov dejó mudo un Bernabéu que se quedó en ese instante en estado de shock (1-2). Ni los jugadores, ni Mourinho, ni buena parte de la afición arrojaron la toalla, pero sí hubo un buen número de seguidores blancos que perdieron la fe y enfilaron las escaleras de los diferentes anfiteatros para marcharse a casa. Una llamativa sangría de público que frenó de cuajo el menos esperado tras su última mala racha: Karim Benzema.
¿Gato o león?. El francés, que había saltado al campo en el minuto 72 en lugar de Higuaín, irrumpió en la frontal del área tras un buen pase de Di María. Se escoró, giró sobre sí mismo, se buscó un hueco entre un mar de piernas británicas y soltó un derechazo preciso, tan ajustado al poste que parecía un envío por ordenador. Hart llegó tarde, el Bernabéu se puso en pie y los 4.000 o 5.000 aficionados que no tuvieron fe en su Madrid escucharon, desde la calle o en sus coches, el bramido de la celebración del 2-2.
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Este es el gol número 68 del francés desde que fichó por los blancos en el verano de 2009. Cuando Florentino le convenció personalmente para firmar por el Madrid (el presidente viajó en vuelo privado y se reunió con él en la casa de Karim en Lyon), le prometió que con su calidad viviría noches mágicas en el Bernabéu. Pero hasta este martes Benzema no pudo sentir ese clamor que acompaña siempre en el coliseo de La Castellana la consecución de un gol trascendente. La repercusión de ese 2-2 pudo constatarla él mismo con la locura que tres minutos más tarde desató Cristiano con el golazo de la victoria.
Benzema mataba así dos pájaros de un tiro. Por un lado, se quitaba el runrun de ser un tipo de delantero que en los grandes días no ve puerta. Por otro, acababa con una sequía goleadora preocupante, dado que no había sido capaz de meter un gol oficial desde el 13 de mayo (última jornada de Liga ante el Mallorca). Casi 900 minutos sin cantar gol, incluida la Eurocopa y dos Virus FIFA con Francia. Cuatro meses de ceguera ante las redes rivales. Pero el lindo gatito sacó sus garras en una noche de caza mayor, dando una lección de fe a esa parte descreída de la afición...



