De la crisis a otra noche mágica de Copa de Europa

Se venía una crisis. El City se había puesto dos veces por delante en el marcador y los gestos de los dirigentes del Madrid eran de enfado sin disimulo. Pero empató Benzema y Cristiano marcó el tercero y la euforia se apoderó del Palco de Honor y de todo el estadio de Chamartín, satisfechos de haber vivido otra noche mágica en la Copa de Europa.

El Real Madrid nunca da la lista oficial de las personalidades que asisten. Otros clubes si lo hacen. Aun así, fuentes de la entidad siempre informan de la presencia de alguna personalidad en el palco. Ayer apuntaron a AS antes del partido que estaban: José Manuel García-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España; Miguel Cardenal, máxima autoridad del deporte español; Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid o Rafa Nadal, exnúmero uno del mundo de tenis que se recupera de su lesión de rodilla. Además de estos tres políticos y de uno de los mejores deportistas de españoles, también estuvieron siguiendo el partido desde la zona noble el cantaor José Mercé y el cantante y presentador Bertín Osborne.

En los corrillos, en el descanso, se habló mucho de la suplencia de Ramos. Y se comentó la calidad de Touré Yayá.

Alegría.

También acudió a Chamartín Toni Grande, mano derecha del seleccionador nacional Vicente del Bosque y jugador y técnico del Madrid durante décadas. Se dejó ver Juanma López, un símbolo del Atlético que ahora es agente de éxito (lleva al madridista Morata o al sevillista Negredo entre otros futbolistas). David Belenguer también estuvo muy activo en los corrillos. Belenguer, exjugador del Getafe y Betis entre otros equipos y excanterano del Madrid, tiene abiertas vías de negocios relacionados con el fútbol en China, Arabia Saudí y Dubai. En sus butacas habituales siguieron el partido Alfredo Di Stéfano y Pachín, dos mitos del madridismo ganadores de las primeras cinco Copas de Europa. Todo el palco vibró y dio un bote de alegría cuando Cristiano marcó el 3-2. De la crisis se pasó a la euforia en otra noche mágica de Copa de Europa en Chamartín.