El mejor partido de la historia del Atleti

Alguno pensará que exagero, pero llevo cincuenta años sin perderme ningún partido importante del Atleti (en el campo o por la tele) y éste me pareció superior a cualquier otro. Cuando se acercaba el final, llamé a Bernardo Salazar, nieto de fundador del club, socio del Atlético desde los cuarenta, estudioso de su historia: "Estoy de acuerdo." Los que estuvieron en el Louis II pueden decir bien alto: "Que no pregunten ya por qué somos del Atleti. Por esto somos del Atleti." Perfecto de campana a campana. Diez en todo: interés, colocación, ritmo, inspiración, remate... Para asustar a cualquiera.

Hasta los jugadores del Atlético que no me parecen de gran nivel y cuyo nombre no sería correcto dar hoy, me parecieron ayer buenísmos. Y a los que ya me lo parecían, Turan por ejemplo, los encontré superiores. Cuando un equipo funciona, todos juegan en sus máximos, y los máximos de cualquier jugador que alcanza estos niveles son altos. El mérito es hacer que las cosas rueden así, que cada cual se acerque a su mejor nota, o la alcance. Mérito de Simeone, cuyo impacto en el club ha sido tremendamente positivo, y yo deseo que duradero. El Atlético sí puede estar ante un cambio de ciclo.

Y Falcao, al que dejo para el final. Tres goles y dos remates al palo en media final europea. Colombia puede estar orgullosa de este hombre, que anoche se acostó como Rey de Europa tras concretar con sus remates el gran juego del Atlético. El valor de un gran nueve, de un nueve de los de siempre, es una constante en el fútbol. Cada cual se anima más a hacer lo suyo si sabe que en la punta del equipo hay que va a dar utilidad definitiva al esfuerzo de todos. ¿También el mejor jugador de la historia del Atlético? No me atrevo aún a decir tanto, casi acaba de llegar, pero pronto lo podremos proclamar con rotundidad.