Trofeo de la Galleta | Racing 2 - Guadalajara 1
Quique Rivero se pide la batuta del tiqui-taca
El único partido del verano ante un rival de su categoría ha sido, también, el mejor del Racing. No fue un recital (otro campo en mal estado, por cierto), pero exhibió hechuras de equipo. Sin gol y sin defensas pero, ayer, con cierta calidad y ganas de competir. Ahora falta que cumplan los de la oficina.
Venía dando pistas en los anteriores partidos de pretemporada y ayer se confirmó en Aguilar de Campoo. Por más que Yuste, Longás y Docal hayan sido fichajes del míster y parten con ventaja para ocupar la sala de máquinas, cada vez que a Quique Rivero le han dado minutos en uno de esos tres puestos el juego del equipo fluye mejor. Es más, sus compañeros de línea parecen mejores. Ayer, frente al Guadalajara, jugó la primera parte de pivote y lo hizo muy bien. En la segunda, cuando salió Gullón, pasó a jugar de interior y dio un recital. La pido, toco, me muevo, me vuelvo a ofrecer, otra vez a la primera, me muevo... Lo que vio antes que nadie, eso hay que reconocérselo, Álvaro Cervera. Da la sensación, visto desde fuera, que es el tipo de jugador que, precisamente, necesita Unzué más que nadie. Nacido para el tiqui-taca. Ahí le tiene. Él verá.
Mejoría. El partido fue diferente en cada una de las mitades. Por dos cosas: el Guadalajara cambió de sistema y con dos puntas presionando hizo más complicado al Racing salir tocando desde atrás y porque a los jugadores de Unzué se les vio en la segunda parte un punto de mala leche que se venía echando de menos. La primera mitad fue igualada, aunque se adelantaron los de Terrazas a la salida de un córner y al Racing le costó Dios y ayuda tirar a puerta, mientras que la segunda fue claramente de los cántabros. Golazo por la escuadra de Rivero y cabezazo picado de Gullón (bien en sus primeros 30' del curso) para ganar el Trofeo de la galleta.
Unzué volvió a demostrar que tiene, con lo que hay, su once muy claro. Duda en el lateral izquierdo (será porque tiene un prejuicio a favor de Bautista, no por lo visto en estas semanas) y experimenta en la defensa mientras no se contraten los centrales que necesita. Rigo, por cierto, estuvo en el palco.
Yuste y De la Hoz, pese a su lentitud, estuvieron bien en el centro de la defensa e incluso se puede decir que las cualidades del murciano han brillado más ahí que en el pivote (en la segunda mitad sus salidas de la cueva dividiendo aportaron claridad al juego). Brillaron menos ayer, por poco frecuentadas, las bandas. Y mientras esto pasaba en el campo, por la grada del 'Alberto Fernández', repleta de cántabros, corría un rumor: "mañana se va Unzué". Aunque él dice, ya saben, que tiene contrato. Sería el colmo.