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BENFICA 5 - REAL MADRID 2

El Real Madrid fue un coladero

El equipo blanco pagó su falta de preparación y sus errores defensivos ante un Benfica más rodado. Kaká no dio motivos a Mou para cambiar de opinión. Callejón y Di María, lo más potable.

David F. Sanchidrián
Actualizado a
El Real Madrid fue un coladero

El Real Madrid patinó en su segundo amistoso de pretemporada ante el Benfica. Hasta ahí podría ser comprensible porque el equipo luso suma más horas de rodaje, pero el desacierto defensivo visto en el estadio Da Luz encenderá sin duda a Mourinho, que esta noche perdió su primer amistoso con el Real Madrid. El portugués vio como una de sus señas de identidad, la seriedad defensiva, lastró las intenciones de un equipo del que sólo Di María y Callejón pasaron el corte. El argentino ha llegado a punto a la pretemporada y el granadino parece ser el de siempre. Un matador que aparece cuando su equipo más lo necesita. Porque en sólo dos minutos dio la vuelta al marcador después de una gran jugada de Di María por la banda y un pase genial de Higuaín. Ahí tiene otra mala noticia Mourinho ya que el delantero argentino se tuvo que marchar a falta de diez minutos para el final por un problema en el tobillo.

Y es que hasta el ecuador del partido el equipo blanco dio la cara pero en el segundo terminó ahogado por una de las viejas glorias de Europa. Un Benfica venido a menos pero siempre firme candidato al mejor guión en Portugal. De hecho las Águilas han tomado altura desde la llegada de Jorge Jesús al banquillo lisboeta con una liga y dignas piruetas por Europa. Adornado con exmadridistas como Javi García y Garay, el Benfica no tuvo piedad y a las órdenes de Witsel, Enzo y Carlos Martins consiguieron homenajear e Eusebio por todo lo alto.

Mourinho sorprendió al alinear de inicio a un Kaká más centrado en buscar acomodo en otro país que en ganarse a unos pocos madridistas. Quizás eso puede explicar su pasotismo en el partido de Lisboa. Ver llegar los pesos pesados del vestuario es un motivo para cambiar la playa por el chiringuito por unas horas, así como calibrar la madurez de los 'cachorros' de la fábrica blanca, aunque esta noche se habrán vuelto desconcertados. Nacho, Iván y Juanfran no tuvieron su día pero tampoco suman minutos suficientes para lapidarlos.

Del centro del campo hacia arriba el Madrid mostró su artillería pesada con Di María, Callejón e Higuaín, además del mencionado Kaká. Pero el Benfica lanzó su primer ataque antes de que el conjunto blanco prendiera las mechas. Una falta botada por Carlos Martins desde la derecha la cabeceó de forma impecable el exmadridista Javi García. Cuatro minutos tardó Mourinho en sentir el primero de los dardos más molestos, el de los fallos a balón parado.

El Real Madrid no tardó en tomar el control del juego con circulación rápida y continuos balones a los espacios. Ante esas maniobras Di María se relamía por la banda diestra con la electricidad en ataque que le caracteriza y una solidaridad en defensa de valorar. Una cabalgada suya tras un excelso control en velocidad terminó en las botas de Callejón para que éste pusiera el empate. El Madrid aprovechó esa inercia para revolverse y voltear el marcador al minuto tras un pase magistral de Higuaín que descuajaringó la zaga lisboeta y dejó solo a Callejón para sellar su doblete.

En ataque el Real Madrid carburaba y en defensa alarmaba. La joven zaga blanca no supo achicar el torrente de agua proveniente desde los costados. Si el primer gol lo auguró, el segundo lo confirmó. Una recreación exacta al tanto de Javi García pero con Witsel como protagonista final. Incluso pudo ser peor porque minutos después Varane y Nacho mostraron sus dudas en un balón lateral que no supo aprovechar Cardozo.

José Mourinho no hizo sustituciones en el descanso mientras que Jorge Jesús dio la oportunidad a Ola John y Enzo Pérez. La inyección de aire fresco y la superioridad física de los lisboetas (llevan un mes más de rodaje) aturdió a un Real Madrid inoperante en la zona de creación. El Benfica no desaprovechó su momento y tres zarpazos bastaron para mandar a los blancos a la lona. El primero lo soltó Enzo Pérez al meter una rosca preciosa desde el costado diestro que se coló por la escuadra contraria de la meta de Adán. Y a los cinco minutos llegó el segundo tras una triangulación con clase entre Witsel, Enzo y Carlos Martins. El exjugador del Granada llegó desde atrás para reventar el balón y enfadar a Mourinho que puso toda la carne en el asador. Entraron Benzema y Coentrao, éste aclamado por la que fue su afición, pero nunca se adivinó la reacción esperada. De hecho todavía hubo tiempo para que Enzo firmara la manita con un disparo dentro del área. Y encima para más preocupación Higuaín se marchó lesionado a falta de diez minutos para el final al recibir una entrada en su tobillo.