"Soy feliz con poco"

No es la de Aythami Álvarez una mirada cualquiera. Detrás de ese brillo especial que difunden sus ojos está el amargo recuerdo de una ligamento cruzado que se rompe (rodilla izquierda), muchas horas de cama "con la pierna estirada", soledad. Y de entrenamientos duros a título individual. Pero su afán de superación siempre fue el máximo y por eso ahora lucha "para demostrarle a Sergio Lobera que Aythami tiene que ser el lateral de Las Palmas".

"Cuando no puedes entrenar diariamente, hacer lo que te gusta, competir..., ves a tus compañeros jugando o entrenando y no puedes participar. Ahí es cuando realmente valoras lo que tienes", reconoce Aythami en AS durante un descanso de su estancia en el sur grancanario. Allí hace una lectura positiva de su dolencia: "Gracias a esa lesión ahora valoro el día a día y ser feliz con lo mínimo. La vida se merece que seas feliz con cualquier cosa que nos pase, y darle importancia a lo que tenemos hoy. Y no pensar más allá, no sabes lo que puede pasar".

Reconoce que sus sensaciones "son inmejorables ahora mismo". "Vuelvo a sentirme como antes de la lesión. Para mí era importante decirme a mí mismo: "Estás bien". Quieras o no, cuando estás en un cama con la pierna estirada ves un poco lejos el sentirme como yo ahora. Parece que no conseguirás volver a darle patadas a un balón". También logró algo más importante: volver a sonreir. En definitiva, ser feliz.

"Cuando llegué me chocó el apoyo de Pignol"

"Gracias a ellos se está viendo a un Aythami feliz porque hace lo que le gusta, que es jugar al fútbol". Se refiere a "al cuerpo médico de Las Palmas y todos los compañeros, a Jéser Cárdenes y a mi familia". Ellos no dejaron de apoyarle y él no deja escapar ninguna oportunidad de alabarles.La tiene Aythami un cariño especial a Pignol, su padrino en el fútbol profesional. Ni la competencia por el lateral derecho merma la solidez de una relación que va más allá del vestuario. "Siempre le estaré agradecido. Cuando subes del filial, si quien está en tu puesto no para de ayudarte y aconsejarte, te choca. A veces parece que dos jugadores que compiten por el mismo puesto no pueden tener una buena relación. Cuando estaba lesionado siempre estuvo a mi lado. Nos une una amistad bastante buena, estamos casi siempre juntos". Ahora comparten habitación. Y el sueño del ascenso. Y una amistad para toda la vida.