Kiev se viste de rojo por España en la final de la Eurocopa

La bufanda de Iniesta, podríamos llamarla. Aquella con la que posó para AS en la portada de ayer. La misma con la que salimos de paseo por Kiev a sólo 24 horas de la final. Esta Eurocopa que hoy termina merece que actores y espectadores entren por fin en contacto. Que se entrelacen amigablemente. Y la mejor manera es que la bufanda que pocas horas antes estuvo en posesión de la estrella de Fuentealbilla pase ahora de mano en mano por Kiev. Por sus calles. Por sus rincones. Por sus gentes.

El recorrido empieza en la Plaza de la Independencia. Allí posan con ella Bob Esponja y el Gato con Botas, animadores de una fiesta que aún se prepara. La Fan Zone todavía no ha abierto y los servicios de limpieza organizan todo para una noche larga. La gente enseguida se involucra. "¡Hispania, Hispania!" gritan los más jóvenes, encantados de coger la bufanda sin saber que su dueño, la tarde anterior, había sido Andrés.

El metro. Pero la ocasión merece más ahondamiento. Al final de la calle Kreshchatyk, defendiendo su terreno de supermercados y pequeños latifundios, se alza el mercado de Bessaravska. Entrar en él es hacerlo de verdad en la vida y el día a día de los kievitas. Los veteranos vendedores de verduras, carnes y pescados se apasionan cuando son fotografiados. "La Roja", reza simplemente el mensaje que muestran entre sus manos. Como hizo Iniesta. Actor y espectadores. Todos uno.

El museístico metro de la ciudad tampoco se resiste al influjo. Lo comprobamos en el trayecto entre las estaciones de Lva Tolstogo y Olympijska. Los que vienen de trabajar. Los que van. Los niños. Los ancianos. A todos les conquista el colorado rastro de la prenda. Ocurre igual en peluquerías y autobuses, en estancos y floristerías. Hasta que el camino concluye en el colosal estadio que hoy albergará la final de la Eurocopa. La de España. La de Iniesta. La que puso en contacto a Andrés con Kiev a través de una simple bufanda...