El recuerdo del último amistoso
Portugal apela al espíritu de la goleada lograda en Lisboa
En Opalenica ese triunfo está en boca de todos. Es un arma, un argumento motivacional al que los portugueses, jugadores y prensa, se aferran para justificar sus opciones ante España.
El 17 de noviembre de 2010 España salió goleada del estadio Da Luz de Lisboa por un Portugal que llegaba tocado al partido. Paulo Bento había asumido el cargo de seleccionador dos meses antes, encontrándose un panorama complicado. La selección no había digerido su eliminación en octavos del Mundial de Sudáfrica a manos de España con un "discutible" gol de Villa y la sintonía entre la afición y el equipo quedó seriamente dañada durante la etapa de Queiroz.
"Aquella victoria fue un bálsamo para Portugal. Reconcilió a aficionados y selección, además de respaldar a Paulo Bento en el cargo y de reforzar la autoestima de unos jugadores que quedaron tocados por su derrota en el Mundial ante España", afirma Pedro Azevedo, director de deportes de Radio Renascença. Aquel 4-0 fue la piedra sobre la que Bento ha edificado el Portugal que se medirá el miércoles a España.
Motivación. En Opalenica ese triunfo está en boca de todos. Es un arma, un bálsamo, un argumento motivacional al que los portugueses, jugadores y prensa, se aferran para justificar sus opciones ante una España que le tiene comida la moral históricamente. De los 37 partidos oficiales los lusos han ganado ocho, por doce españoles. Aunque también es cierto que el balance en la última década es favorable a ellos.
Joao Pereira puntualiza que "aunque el de entonces era un amistoso, aquel triunfo demuestra que podemos ganar a España. Pero siendo realistas, este partido se parecerá más al del Mundial que al de Lisboa". Aquella noche Hugo Almeida marcó un gol. Él será titular en Donestk, tras la lesión de Postiga. El delantero del Besiktas se aferra a aquel gol para recuperar la confianza perdida en esta Eurocopa, en la que sólo ha jugado 50 minutos. Bento, técnico al que los jugadores consideran uno más de ellos por haber compartido vestuario, trabaja mucho el aspecto anímico y mental. Por eso, el vídeo del Mundial servirá para mostrar errores y el de Da Luz para justificar las expectativas. En Opalenica todos apelan al espíritu de Lisboa.