Cuartos | Alemania - Grecia
El Clásico de la Eurozona
La ruinosa Grecia discute a la Alemania de Merkel. La prensa germana no ahorra en criticas a los helenos y promoción de los suyos. Karagounis no estará por sanción.
La prensa salmón, la económica, reniega de la frivolidad del fútbol. Sin embargo, el Alemania-Grecia, que se juega paralelamente en los despachos de la Eurozona, despierta un inusitado interés entre los colegas de finanzas. El Clásico de la Eurozona contará con Merkel en el palco, quien será saludada por los helenos con cánticos financieros... (?)
En Alemania la prensa no se ha mordido la lengua. El Bild Zeitung afirma que "ningún fondo podrá rescatar de esta derrota a un montón de chatarra como Grecia". Die Welt apunta que "no estaría mal que defendieran la economía y política griega con la misma eficacia que su selección".
Rentabilidad. Se cuestiona en Alemania la titularidad de Mario Gómez, máximo goleador del torneo a quien achacan falta de movilidad y de conexión con Özil, algo que hipoteca el talento del 8. Löw prefiere a Klose, la prensa prefiere a Klose y las vacas sagradas prefieren a Klose. Pero Gómez, por ahora, es rentable por sus goles.
Grecia planteará el partido como Leónidas y sus hoplitas de las Termópilas, pero con una gran diferencia: Leónidas Karagounis no estará por culpa de un árbitro sueco que le hurtó un penalti y le amonestó. Plantarán un laberinto ante el apático Özil y al agotado Schweinsteiger. Como Grecia no tiene nada que perder, la verdadera prima de riesgo, la del batacazo alemán, aumentará con el paso de los minutos. Grecia sueña con llegar a los penaltis. Imaginen una tanda con la Bolsa abierta...
Merkel estará, Samaras podría ir
La canciller alemana Angela Merkel acudirá al palco del estadio Arena Gdansk para presenciar el partido de cuartos entre Alemania y Grecia. Merkel ha aceptado la invitación del primer ministro polaco, Donald Tusk, para acudir al palco y se podría encontrar con Antonis Samaras, que trabaja en la formación de un nuevo gobierno en Grecia. La canciller ha rechazado las invitaciones del gobierno ucranio, como protesta a su política represiva.