Italia sospecha un posible 'biscotto' hispano-croata

Este artículo podría empezar con un "cree el ladrón que todos son de su condición". Italia, que ha llegado a la Eurocopa envuelta en un escándalo por amaño de partidos, sospecha un pasteleo entre españoles y croatas que podría dejarles fuera si el resultado final fuera 2-2.

El primer jugador en hablar de biscotto, equivalente al tongo o pasteleo español, fue Gianluigi Buffon. El arquero, que justificó en su día la costumbre de acordar empates si conviene a los dos equipos, advirtió el jueves, en la zona mixta del estadio de Poznan: "No creo que haya un pacto entre croatas y españoles", para después admitir a regañadientes "si ocurre, nos quedará cara de tontos". Motta dejó una pregunta en el aire: "No será fácil que se pongan de acuerdo España y Croacia. Somos profesionales y debemos creer que eso no va a pasar. Imagino que todo el mundo va a salir a hacer su trabajo, ¿no?".

Quienes sí intuyen pasteleo son los medios italianos. Tuttosport ha rebautizando a Vicente del Bosque como 'Vicente Del Biscotto' y en 'La Repubblica' se lee: "Esperemos que no haya 'biscotto' entre españoles y croatas". La única vez que Italia sufrió un biscotto fue en la Eurocopa de 2004 con aquel empate entre suecos y daneses (2-2), Trapattoni dirigía a Italia. Esta vez se sentará en el banquillo rival.

El 2-2 en el España-Croacia, el más apostado

El empate a dos o más goles entre España y Croacia en la tercera y última jornada del Grupo C clasifica a ambas selecciones para cuartos y elimina a la todopoderosa Italia. Por tal posibilidad, ese resultado, el del empate a dos goles, que metería a los de Del Bosque como primeros de grupo, se ha convertido en el más apostado para el choque del lunes. Así, si antes de la disputa de la jornada del jueves un empate a dos entre españoles y croatas se pagaba hasta a 17 euros por euro apostado, algunas casas de apuestas tan sólo ofrecen ahora cinco por cada apostado. Pese a todo, la victoria española se sigue pagando menos que el empate a dos. Y es que en cualquier casa de apuestas un triunfo de la Selección nacional no llega ni a doblar lo apostado