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Athletic-Barcelona | Final de la Copa del Rey

El dispositivo de la final contará con 2.300 agentes

Las puertas de acceso al estadio se abrirán a las 19.00 horas y habrá controles para evitar la introducción de objetos que la Ley del Deporte prohíbe expresamente.

La final de la Copa del Rey, que el viernes disputarán el Athletic de Bilbao y el Barcelona, contará con un dispositivo de seguridad integrado por 2.300 personas entre servicios públicos y privados, según ha anunciado hoy la Delegación del Gobierno en Madrid.

El operativo ha sido preparado después de varias reuniones de coordinación entre la Delegación, las Policías Nacional y Municipal, la Guardia Civil, la Ertzaintza, los Mossos D''Escuadra, el Samur, Protección Civil, Bomberos, Cruz Roja y responsables de seguridad de los equipos finalistas.

El mayor contingente es de la Policía Nacional, con 1.500 agentes, que incluyen Unidades de Intervención Policial (UIP), caballería, Brigada Móvil, motos, guías caninos, radio patrullas y helicópteros.

El dispositivo de seguridad no se centrará exclusivamente en el estadio Vicente Calderón y su entorno, antes y después del partido, sino también a las zonas de llegada y estancia en la ciudad, así como a los recorridos de las aficiones hasta el propio estadio, según la nota de la Delegación.

La mayoría de los seguidores del Barcelona llegará a Madrid en setenta autocares y cinco trenes especiales y dos AVE, mientras que los del Bilbao lo harán en 170 autocares y tres trenes especiales y uno ordinario.

En total se prevé la llegada de alrededor de 50.000 aficionados de ambos equipos. En las líneas de Metro que permitirán el acceso a las cercanías del estadio Vicente Calderón se reforzará la presencia de la seguridad privada y de agentes Cuerpo Nacional de Policía.

Las puertas de acceso al estadio se abrirán a las 19.00 horas y habrá controles para evitar la introducción de objetos que la Ley del Deporte prohíbe expresamente.

Ese misma día, entre las 18.00 y las 19.30 horas, está prevista una manifestación convocada por grupos ultraderechistas en favor de la unidad de España y contra lo que consideran separatismos. En la final está prevista a la asistencia de las principales autoridades del Estado, encabezadas por el príncipe de Asturias.