"Que el Bernabéu esté a tope; nosotros estaremos a la altura"

¿Cómo llega el equipo a este encuentro?

Tenemos un partido difícil, pero estamos preparados. Sabemos que es la hora de la verdad, hay que demostrar que queremos estar en la final. No hay una gran euforia y sí hay mucha concentración. Estamos en el momento justo. Los que salgan, estarán a tope; los que estén en el banquillo, también y los que no jueguen, pues lo mismo. Esperemos que el Bernabéu esté a tope, porque nosotros estaremos a la altura. Que la afición sepa que nos vamos a dejar todo. Partimos con una pequeña desventaja, pero la afición sabe que lo vamos a dejar todo.

Pero para pasar a la final es imprescindible que ustedes marquen por lo menos un gol.

Tenemos gente arriba con mucha pegada, que anda fina. En partidos importantes no hemos fallado en ese aspecto. Así que normalmente, manteniendo la portería a cero, pienso que será suficiente.

¿Tiene la impresión de que la victoria lograda en el Camp Nou supone el inicio de un cambio de ciclo?

Visto desde fuera, ganar dos títulos significa cambio de ciclo, y no ganar ninguno es fracaso total y temporada desastre. Nosotros desde dentro no lo vemos así, vamos partido a partido. Pensando así nos ha ido bien.

¿En el vestuario se celebró tanto el título de Copa como la victoria del sábado?

Un poco menos, porque el año pasado la final de Copa supuso ganar un título, y en este caso, sólo tres puntos. Hubo alegría porque ganar en el Camp Nou fue algo bonito y especial, aunque no como ganar un título.

¿Se arrepiente de no haber aceptado alguna de las ofertas que tuvo para irse en el mercado de invierno?

Siempre he querido estar aquí. Llevo desde los ocho años, excepto un paréntesis de dos. Mi entrenador siempre ha querido que esté también. Esa confianza es suficiente. Creo que me he convertido en mejor jugador y mejor persona. Estoy muy contento y espero seguir muchos años aquí.