Londres, primera parada de una semana decisiva

El Barcelona llegó anoche a Londres, una ciudad íntimamente ligada a la historia moderna del club. Aquí, podría decirse que el equipo de Guardiola dio el paso adelante definitivo para alcanzar la excelencia la noche del Iniestazo, pero sería injusto olvidar que fue en el viejo estadio de Wembley donde todo empezó.

La noche del 20 de mayo de 1992 el Barça de Cruyff empezó (y dar el primer paso es lo más difícil) el exorcismo que transformó a una hinchada resignada, en partidarios de una entidad ganadora. El Barça ganó en Londres su primera Copa de Europa, consiguió el pase a la tercera gracias a un partido que nueve meses después aumentó la tasa de nacimientos en la ciudad y consiguió hace menos de un año la cuarta Champions con un recital difícilmente olvidable. Sin duda, para el Barcelona pisar Londres es como volver a casa.

Aterrizó ayer el Barça en la capital británica para dar inicio a ocho días en los que se jugará buena parte de sus opciones para revalidar los dos grandes títulos logrados el curso pasado.

Lo hace con la confianza de haber recuperado jugadores (Keita y Afellay), pero sobre todo con el convencimiento de que han vuelto las grandes sensaciones de la mano de un Messi estelar. No es casual que el argentino firmara su primer gran partido internacional precisamente en Londres. En Stamford Bridge concretamente, donde revolucionó el partido, desquició a Del Horno y provocó la reacción del ex técnico del Chelsea, que desde entonces es la némesis de este Barça que vuelve a Londres en busca de otro inicio.