Liga BBVA | Racing - Mallorca
Susto o muerte
Si el Mallorca pierde, se lía; si es el Racing, desciende
En Mallorca tienen todavía la piel de gallina recordando las últimas jornadas de la temporada pasada, tal día como hoy los bermellones sacaban nueve puntos al descenso y en la última jornada no bajó porque al Depor le faltó un gol. Por eso llega Caparrós a Santander avisando de lo que puede pasar si pierden.
Para los seguidores del Racing ese temor es como lo del chiste de Halloween, "¿Susto o muerte?". Si los visitantes pierden se lían, es verdad; pero si el que pierde, y lleva 13 sin ganar, es el Racing, firmaría su acta de defunción. Adiós a diez años en Primera.
Cambios. Para intentar seguir una semana más al borde del precipicio, Álvaro Cervera, que aún no conoce la victoria en Primera, va a volver a retocar la alineación. Dar con la tecla lo llama él. Ya no la de ganar ni la de meter goles, al paso que va, con dar con la tecla de pisar el área contraria se conformaría. En los dos últimos partidos, sin ir más lejos, jugándose la vida, el Racing fue incapaz de tirar más que en una ocasión entre los tres palos. Lautaro Acosta, que puede entrar en la lista, se antoja como la gran esperanza blanca ahí arriba.
El Mallorca no llega a El Sardinero en su mejor racha, afronta dos partidos seguidos a domicilio y recibe luego en su casa al Zaragoza, por eso Caparrós se ha llevado a la orilla del Cantábrico (luego van a Bilbao) a toda su plantilla. A hacer grupo. Álvaro Cervera dice que teme la intensidad que el sevillano inculca siempre a sus equipos. Será justo porque es lo que más echa de menos en el suyo.
El partido va a tener ambiente copero. De los de primeras rondas, entre semana y con las gradas medio vacías. El racinguismo está resignado al descenso y ni va a echar el resto animando a los suyos ni, previsiblemente, va a reclamar cabezas. Con las de Alí, Pernía y Juanjo González ha quedado saciada su sed de sangre. Álvaro y los jugadores se libran.