El desafío de Joaquín: jugar en Villarreal

El compromiso de Joaquín con el Málaga no ofrece lugar a dudas. Ha dado numerosas muestras durante esta temporada. Pero ahora se ha superado. No lleva ni una semana lesionado y ya no aguanta más lejos del césped. Por eso se ha fijado el reto de estar de vuelta en los terrenos de juego ante el Villarreal. Es decir, el próximo 12 de abril. Eso supondría una reducción de más de una semana sobre lo indicado por los médicos del Málaga, que recomendaron cuatro.

Pero para completar este desafío no vale con quererlo. Joaquín sabe que sólo puede lograrse con un esfuerzo supino. Por eso ayer empezó a doblar las sesiones de trabajo y seguirá así hasta que consiga superar esta lesión muscular que le ha apartado del césped en el mejor momento del equipo en general y suyo en particular. Ya está haciendo labores de recuperación con Hugo Camarero. Pero va más allá. El crack portuense está planeando contratar a un reputado preparador (externo al club. El jugador maneja dos opciones, aunque todavía no lo ha decidido) para complementar las sesiones que realiza con los profesionales del Málaga.

El extremo sufre una rotura de grado dos en el recto anterior del cuádriceps de su pierna derecha. Es consciente de que es una lesión traicionera, que precipitarse le puede suponer una recaída o agravar el problema. Sin embargo, está decidido y no le importa lo más mínimo aumentar el trabajo.

Joaquín lo ha pasado mal los primeros días tras su lesión, pero ahora vuelve a sonreír y sólo piensa en jugar en El Madrigal (o, en su defecto, contra la Real días después). Quiere ser partícipe de este tramo final de temporada para ayudar al equipo a meterse en Champions. Ayer, tras más de dos horas de sonrisas, fotos y firmas con malaguistas, seguía con ganas de guasa. "¡Cerrad ya la puerta!" o "¡Dame un Myolastan!", espetó con ironía. Joaquín en estado puro. El de las bromas y el del trabajo...