Llorente se reunió con Emery y luego a solas con el equipo

Manuel Llorente cogió ayer el toro por los cuernos. La preocupación del presidente del Valencia es máxima tras ver cómo ha desaparecido el colchón de puntos que tenía para ser tercero -el Málaga ya le ha igualado- y más aún con las sensaciones que está transmitiendo el equipo en cada partido (sólo tres victorias en los últimos 13 partidos de Liga). Por ello ayer estuvo dos horas reunido con los suyos en la Ciudad Deportiva de Paterna, primero con Unai Emery y su cuerpo técnico (incluido servicios médicos); después a solas con los jugadores. A los primeros les pidió que "ayuden al entrenador" para encauzar el rumbo; a los segundos, "responsabilidad" y "unión".

El Valencia afronta el partido de ida de los cuartos de final de la Europa League contra el AZ Alkmaar hablando mucho de sus problemas y poco del rival holandés. Emery comenzó ayer a preparar un duelo, que espera más complicado de lo que fuera la eliminatoria ante el PSV. Ricardo Costa suplirá la baja del sancionado Rami, mientras que Miguel no llega a tiempo. Pero lo dicho, bajan las aguas revueltas por Mestalla y más tras las polémicas declaraciones de Unai del pasado viernes, en las que cargaba tintas hacia la afición por los silbidos al equipo.

Tales críticas, de hecho, no han sentado bien no sólo a la parroquia che sino inclusive en el propio vestuario. Considera la mayoría de futbolistas que lo que pudo provocar Emery con su "a ver cuando levantáis vosotros un partido", en referencia a la hinchada, puede tener la respuesta contraria: más ira. Ayer el capitán Albelda decía: "La afición se comporta en función de lo que le das. Si contagias, se engancha. Las críticas no benefician, pero en general si estamos tan bien pagados es porque jugamos delante de 50.000 personas".