"Para la afición del APOEL es el partido del siglo"

Jordi Cruyff, hijo de Johan Cruyff y director deportivo del AEK Larnaca de la Primera División de Chipre, ha hablado sobre el fútbol en Chipre, el partido del Real Madrid ante el APOEL y su época de futbolista.

¿Cómo terminó de director deportivo en Chipre?

Yo estaba jugando ya con 36 años en Malta, para retirarme, y casi era un jugador entrenador. Quería ver si me gusta esa faceta del fútbol. Luego me llamaron de aquí (AEK Larcana) para firmar como jugador y dije que no. Ellos estaban en segunda división, subieron y me ofrecieron este puesto.

¿Director deportivo antes que entrenador?

También me estoy sacando los papeles para eso. Me veo como entrenador en un futuro. Estoy metido siempre en el campo, en los entrenamientos, en las charlas, e intento imaginarme qué haría yo en determinadas situaciones.

¿Cómo es el fútbol chipriota?

Al final son plantillas de 25 jugadores donde 17 son de otra nacionalidad. Hay mucha mezcla de nacionalidades. Ha evolucionado mucho por la inversión en dinero. Y si ve el coeficiente de la UEFA comprobará que Chipre está entre los mejores países de Europa, una cosa sin sentido, y que ha mejorado tanto que en el futuro cercano tendrán cinco equipos europeos de los 14 que son en la Liga.

Es increíble.

El porcentaje es casi como en España, donde hay siete de 20.

¿Cómo es el nivel aquí?

Hay jugadores interesantes. Es un fútbol muy mediterráneo. Juegan muy a la española. El equivalente de los equipos aquí son de Segunda y Segunda B en España y hay conjuntos, como el APOEL o el AEL, que podrían estar en muy buenas posiciones de Segunda A. Por tanto, podrían ganar a muchos equipos de Primera.

¿Qué se va a encontrar el Madrid con el APOEL?

Han ido pasando eliminatorias porque les han subestimado y tienen calidad. Han hechos grandes resultados ante inmensos presupuestos. Tienen mucho mérito. El problema serán los 30.000 tíos que tendrán gritando en el partido de aquí. Es una olla a presión. Son fanáticos para los que es el partido del siglo.

¿Y en cuanto a los jugadores?

Son casi todos extranjeros, portugueses, argentinos, brasileños...

¿Qué fútbol practican?

Son muy tocadores en el campeonato de aquí. Suelen tener 60 o 70 por ciento de posesión. Pero en Europa ponen énfasis en no encajar goles y hacer buenos contraataques. Eso se encontrará el Madrid.

¿Cuáles son los nombres propios del APOEL?

A mí me gusta el delantero, Ailton, Se busca la vida, es rápido, lucha... No sé cómo pero se busca la vida. Luego están Manduca y Trickovski en bandas, dos jugadores muy interesantes que pronto saldrán a una gran liga, y el que también me encanta en el centro del campo es Morais.

¿Qué tiene de bueno?

Tácticamente es perfecto. Es el que mantiene el equilibrio cuando el equipo ataca, siempre pendiente del segundo balón.

¿Y atrás?

Tienen a un lateral, Boaventura, que estuvo en Ucrania en un buen equipo. El lateral derecho es chipriota (Poursatidis) muy bajito y muy ofensivo...

¿Y en la portería?

Está Urko y Chiotis, un veterano que ha sido internacional hace poco. Son dos porteros titulares.

¿Qué sabe del técnico Jovanovic?

Es un tío super agradable. Tenemos buen contacto. Conoce muy bien la mentalidad griega y habla bien el idioma aun siendo serbio. El año pasado se fijó mucho en nosotros, porque jugamos también al ataque. Fue votado mejor entrenador serbio de la temporada y dentro de poco estará en un grande.

¿Se queda con Mourinho o Guardiola?

Lo de Mourinho es para respetarlo. Por lo que ha hecho con los equipos. Fíjese la caída del Inter cuando se fue. Y comparándolo con pepe, cada uno es como es y sigue el camino que quiere. A mí me da igual.

Hablemos de usted. ¿Le afectó mucho a su carrera se hijo de una leyenda?

-Por supuesto, no hace falta ser un genio para saberlo. Pero la gente de fuera no lo ve porque no lo vive.

¿Cómo habría sido su carrera de no ser así?

Posiblemente mejor. Si quisiera tirar de nombre y apellido no estaría aquí ahora mismo. Pero prefiero seguir mi camino. Me gusta vivir bien y cumplir mis plazos.

Me refería a su época de jugador...

Bueno, yo he tenido once operaciones con un transplante de rodilla incluído.

¿Le presionaba tener a su padre de entrenador en el Barça?

Mi padre era duro y muy discreto en el vestuario. Yo también era muy calladito. Él era muy estricto conmigo y los jugadores lo veían y ya está.

¿Y fuera del campo?

No se tocaba el tema del fútbol. No tenía sentido. No le podía contar nada que le pudiera impresionar.

¿Le daba consejos?

Sólo que estuviera calladito y que intentara evolucionar, aprender y punto. Bueno, en el Barça mi padre siempre va a tener gente que le aprecia más y menos. Y para la gente que le apreciaba menos yo siempre fui un blanco fácil. Y tiraban por ahí...

Es una pena...

Piense una cosa, puestos a que un padre haga un favor a un hijo, no puede haber cosa más dolorosa para él que ponerlo en una situación en la que sabes que va a fracasar y matarlo. Nadie expondría a su hijo a una cosa así. Yo demostré luego yendo al Manchester que valía.

¿Tuvo que salir porque su padre dejó de ser entrenador?

No fue del todo así. Fue una situación curiosa. Cuado Gaspart supo que tenía un acuerdo con el Manchester intentó renovarme. Fue una conversación surrealista. Me ofrecía cinco años más de contrato y unas cantidades, pero es que las del United eran como cinco veces mayores. Fue surrealista, ellos tampoco estaban muy cómodos con lo que estaban haciendo pero me lo ofrecieron.

¿Cómo le fue en Inglaterra?

Estuve cuatro temporadas jodido. Rodilla, los dos tobillos, pubis, me hice de todo. Fue una época difícil.