Rayo | Objetivo indiscreto
Michu: el Jeremy Lin de la Liga juega en el Rayo
Ya es el máximo goleador español junto a Llorente
No es River, es Rayo. Y no es Solari, es Michu. El centrocampista más goleador de la Liga es, desde el pasado fin de semana, el mejor goleador español del campeonato junto a Fernando Llorente: 13 tantos (los mismos que Benzema, uno más que Soldado y cuatro más que Cesc). La pregunta es inevitable: ¿cuántos goles llevaría Michu caso de jugar en un equipo superior (sólo hay siete por encima del Rayo, les advierto)? No hay respuesta, aunque es muy probable que la tengamos la próxima temporada, en España o en el extranjero (su cláusula de irrisión es de cuatro millones).
La irrupción de Michu recuerda a la de Jeremy Lin, ese jugador de los Knicks que ha pasado de estudiante en Harvard a estrella de la NBA. La diferencia, importante, es que el talento de Miguel Pérez Cuesta, Michu, sí estaba documentado.
Debutó en el Oviedo a los 17 años y deslumbró desde su estreno. Ramón Martínez quiso ficharlo para el Madrid, pero el chico, carbayón de pura cepa, decidió quedarse en casa para rescatar a su equipo del pozo de Tercera. Tres temporadas después la insistencia de Ramón Martínez se lo llevó al filial del Celta. Esos años, entre Tercera y Segunda B, explican que no haya sido internacional en ninguna categoría. La cuestión todavía está a tiempo de subsanarse, señor Del Bosque.
Aunque hablamos de un centrocampista llegador, Michu es hombre de principios. Como jugador del Celta rechazó una oferta del Sporting "para poder seguir paseando tranquilo por Oviedo". Terminado su contrato en Vigo, prefirió el Rayo al Granada pese a perder dinero. Otra vez su conciencia. Le pareció mal fichar por el equipo que había eliminado al Celta en el playoff de ascenso gracias a un penalti fallado por... el propio Michu.
Si nos abstraemos de ese viaje, su aventura es tan refrescante como la de Jeremy Lin, cambien la Séptima Avenida por la calle Payaso Fofó y a D'Antoni por Sandoval. Un jugador en el que nadie repara hasta que atrae todos los focos, un año mayor que Lin (25) e idéntica estatura: 1,91.
Atajo.
Marcó al Madrid en el Bernabéu (a los 15 segundos) pero le faltó hacerlo en Vallecas. Ese gol era un atajo y valía muchos ceros. Pero no se desanimó, por lo que se ve: doblete contra el Racing. Y la historia continúa abierta. La foto que nos acompaña anticipa el siguiente capítulo: el balón es suyo y el asombro también.