El carrusel | La Liga al microscopio
Navas: el tobogán de una carrera prolongada
El Madrid no cede. Un gran recurso de Cristiano con el tacón le permitió salir airoso de un complicado partido en Vallecas. También sufrió el Barça en el Calderón, donde tuvo que recurrir a una pillería de Messi para ganar. Triunfos paralelos que dejan la clasificación igual por arriba, aunque con una salida menos para el Madrid.
Cristiano: el tacón como su salida a la lógica
La vida se renueva en cualquiera de sus ámbitos y el gol de Cristiano es otro gran ejemplo. Su recurso con el tacón ante el Rayo es un desafío a la lógica de este deporte, que usa la parte frontal de los pies para hacer goles, pases y regates. Utilizar otros puntos de contacto siempre fue bello y fascinante por antinatural. Es imaginación frente a razonamiento. Innovar para sobrevivir. Ya antes que él otros grandes jugadores del Madrid manejaron esta superficie con éxito: Redondo en Old Trafford, Özil este año ante el Granada o Guti por dos veces -ante Depor para asistir a Benzemá y Sevilla para hacerlo a Zidane-. Parece reservado este gesto para futbolistas de autor, casi grandes inventores de la humanidad. Cristiano lo es. Y su tanto en Vallecas es un fiel reflejo. Otro más.
La mente ajedrecista del capitán Puyol
En el fútbol la mente es tan importante como cualquier otro elemento que afecte al juego. Táctica, condición física o talento están al mismo nivel. Mantenerse entero y no desmoronarse psicológicamente aporta un valor incalculable. El mismo valor con el que Puyol impregna de carácter luchador y ganador al Barça desde hace años. No falla. Partido tras partido. Campaña tras campaña. El capitán culé siempre está ahí. Su capacidad de concentración máxima está casi más relacionada con el ajedrez que con el fútbol. La potencia mental de los grandes maestros de la materia terminaba por decantar la balanza de su lado. Como hace Puyol. Con la mente. Con la fuerza de la mente.
El diamante que sonríe en Arroyo de la Miel
El Málaga y el fútbol español tienen en Isco a un talento de futuro inabarcable. Es magia pura este mediapunta de 19 años. Su cabeza rezuma fútbol y sus pies lo plasman con maestría. Se trata de uno de esos jugadores que aparecen de tanto en cuanto. También es un tesoro para una familia humilde, muy arraigada a la tierra malagueña de Arroyo de la Miel y al espíritu alegre que allí se desprende. Su padre lleva años ligado al mar en el puesto de trabajador portuario y su madre es ama de casa. Todo muy corriente si no fuera por el genio que ha surgido entre su seno. Isco volvió de Valencia para estar más cerca de ellos. Y ahí se destapa como lo que es: un diamante esplendoroso.
Mendy: la 'Revolución Clemente' espera
Clemente sabe que su propósito de salvar al Sporting tiene algo de revolucionario. Es como cambiar el sentido de las agujas del reloj. Por eso se apoya en gente del filial que no percibe aún la gravedad de la situación. En Santander entraron Orfila y Mendy, un senegalés que destaca en Segunda B. Es correoso. Y le va la acción. Un buen recurso para Javi.
El personaje: Navas
La carrera de un futbolista no siempre es corta. No cuando un jugador se instala en la primera plantilla con 18 años y semana tras semana debe ser el elemento diferencial. Ocurre con Jesús Navas. El sevillista ha pasado por claroscuros en sus nueve campañas en el Pizjuán. Pequeñas vidas dentro de una misma. Desde sus episodios de ansiedad a los éxitos europeos con Juande. De sufrir por las lesiones a triunfar con la Selección. El proceso le tenía sumido de nuevo en la vertiente negativa. Hasta que llegó Míchel. Con él se eleva de nuevo. Con él ya sube el tobogán.