"Podemos hacer un gran partido en el Bernabéu"

En uno de los pasajes de la pionera novela Tirant lo Blanc, el caballero recibe la ayuda de diversos señores feudales catalanes para combatir a los turcos en la guerra de Constantinopla. Uno de ellos es el Conde de Plegamans, personaje secundario en la magna obra de Joanot Martorell que puso en el mapa una localidad desconocida, situada en el extrarradio de Barcelona. Pero desde ayer el Conde de Plegamans tiene sucesor: Javi Márquez, quien estrenó ante más de 100 españolistas y con todos los honores su nueva peña. El de Badalona es el cuarto jugador de la actual plantilla (Joan Verdú, Javi López y Raúl Baena) con una peña en su nombre y el séptimo de la historia perica (Rafa Marañón, Tintín Márquez y Ángel Morales). Hay otros jugadores que también tuvieron su agrupación, como es el caso de Raúl Tamudo o José Emilio Amavisca, pero ya han detenido su actividad. "Estaré mucho tiempo en el Espanyol y la peña crecerá. Quiero que estéis orgullosos de mí. Tendréis mi apoyo y estaré cerca", dijo Márquez, en un acto que contó con la presencia de su familia, amigos y socios de la Peña Españolista Palau-Solità i Plegamans Javi Márquez.

Pero el acto también sirvió para devolverle a la memoria del aficionado al mediocentro, lesionado desde el pasado mes de noviembre y en la recta final de su recuperación. "Dependo de los doctores. Ellos me regulan las cargas de trabajo y me marcan los plazos. Las sensaciones son buenas y voy a mejor. Ellos tienen la última palabra". El consejero Coco Bertomeu se arriesgó a marcarle plazos a Márquez. "En dos semanas ya podrá estar otra vez jugando", comentó. Esas son las cábalas que se estiman, con una progresiva adaptación al ritmo de entrenamientos con el resto de sus compañeros. La próxima semana podría empezar a entrenarse como uno más.

'Patada', año 1. Márquez ha pasado este tiempo recuperándose en silencio, aparcando la zozobra que aviva su nombre debido a su enquistada renovación y a una lesión que le ha dado quebraderos de cabeza desde hace justamente un año, porque la fuerte patada que le propinó el jugador de la Real Sociedad Illarramendi, y que fue el inicio de sus males, se produjo precisamente el 26 de febrero de 2011. "Me pongo más nervioso viendo el partido fuera, que jugándolo. Lo paso mal. Se ve todo de otra manera, pero he visto durante este tiempo que el equipo está en una buena línea, pese a los últimos tropiezos. Somos ambiciosos y por este línea vamos bien. La predisposición y las ganas del equipo son extraordinarias".

Aunque el Espanyol se ha desviado de la zona europea este fin de semana, a Márquez no le da miedo el siguiente encuentro ante el Real Madrid. Confía en sus compañeros y ve una gran capacidad en la plantilla. "Se les puede hacer daño. Debemos tener un gran día, que sea perfecto, y que ellos no lo tengan. Pero somos capaces de hacer un gran partido en el Bernabéu. A pesar de los últimos resultados, las sensaciones son buenas. Es un estadio bonito y obtener los tres puntos sería algo importantísimo".

Para pensar en la machada, Márquez se fija en los últimos partidos. Al Espanyol no le acompañó la suerte, como ante el Levante. "Era una ocasión muy buena para obtener un buen colchón de puntos. Ellos hicieron su partido, intentaron pararnos a base de faltas, pérdidas de tiempo y entramos en sus marrullerías. Tenemos que pasar página".

La renovación. La vuelta de Javi Márquez es importante para el Espanyol para aumentar la competencia en la plantilla y darle más variantes al juego. Y es importante para volver a tratar la renovación del canterano. "Llevo muchos años aquí y soy perico. Me gustaría estar más tiempo. Pero hay cosas que no dependen de mí". Hay que recordar que las negociaciones entre el club y el jugador no fructificaron en las últimas reuniones debido a las diferencias económicas. El club, además, ya ha expresado públicamente que no moverá un ápice la redacción salarial de su contrato. Aun así, el jugador finaliza contrato en junio de 2013, por lo que todavía hay margen y tiempo para que se alcance un acuerdo.

Para los presentes, ayer, en el Restaurante Di Fiore, Márquez es considerado "el canterano perfecto" y el "prototipo de jugador criado en el club perico".

Márquez también estuvo arropado por el consejero Coco Bertomeu, el coordinador de las peñas, Jaume Martínez, el presidente de la FCPE, Alberto Ariza, la alcaldesa de la localidad, Teresa Padròs, y el concejal de deportes, Miquel Rovira. El presidente de la peña, Antonio Maldonado, se mostró emocionado por el acto y por la gran aceptación en la ciudad. "Tenemos un buen espíritu", dijo. Márquez, sonriente y servicial con los niños que le idolatran, volverá en marzo al equipo. Ahora lo hará como Conde de Plegamans.