Liga BBVA | Racing
En busca de la firma de los ex jugadores extranjeros
Sin ellos, se complica la presentación del Convenio de Acreedores
Otro lío. El proceso para llevar a feliz término el Concurso de acreedores del Racing se está convirtiendo en una yincana diabólica para los administradores concursales. Si todo se está teniendo que hacer a uña de caballo por la amenaza de la LFP de aplicar al club la nueva normativa (con descenso de dos categorías) si el 30 de junio no está terminado el proceso concursal, ahora, además, se encuentran con que un problema que creían resuelto, no lo está: quién va a proponer a la Junta de acreedores el proyecto de Convenio.
Esa propuesta sólo la pueden presentar, o el Consejo de Administración (inexistente a día de hoy) o unos acreedores que agrupen, mínimo, el 20% del pasivo total. La idea, esbozada con AFE y LFP, es que los jugadores agruparan su deuda en torno a la Liga y fuera ésta quien hiciera la propuesta. Hoy, ese plan no vale.
Los extranjeros.
No debe existir ningún problema con los futbolistas afiliados a la AFE o con los que están en España. Les interesa que todo salga bien. El escollo está en que hay 9 jugadores extranjeros, que ya no están en nuestro país y que suman 3.949.525,40 euros de deuda, con los que resulta muy difícil contactar y, más todavía, que junten sus deudas a las de sus excompañeros. Sin ellos, no se llega al 20% y necesitarían juntar al grupo a otros acreedores. La constructora Corelia, con 1.021.513,78 euros, es el acreedor privado con mayor deuda reconocida. Eso, claro, sin contar con Alí.
El miércoles debe dar el visto bueno la Liga
La comisión delegada de la Liga de Fútbol Profesional tiene previsto estudiar en su reunión del próximo miércoles la propuesta de Convenio de acreedores que los dirigentes racinguistas han preparado y que esta misma semana van a enviar a la sede de la patronal del fútbol español. En principio, no debe haber problemas para que lo aprueben, ya que el Racing se ha limitado a estructurar la propuesta siguiendo a rajatabla las estrictas normas que le dio la Liga: 50% de quita y cinco años de espera. Las necesidades del club hubieran hecho necesaria una quita mayor pero la LFP advirtió que no aprobaría (y tiene la mayoría de los votos de la deuda ordinaria) nada que superara esos parámetros. Si no hay objeciones, y alcanzan el 20% del pasivo, será la propia Liga la que proponga el Convenio.