VALENCIA 1 - STOKE 0 | EUROPA LEAGUE
El Valencia no da opción al Stoke City
El equipo de Unai Emery pasó a los octavos de final de la Europa League tras vencer en los dos encuentros por la mínima. Ahora se medirá al líder de Holanda, el PSV.
El Valencia certificó su pase a los octavos de final de la Europa League sin problemas y de paso se lamió las heridas abiertas en el Camp Nou. Ahora los ojos valencianistas se clavan en su siguiente víctima, el PSV. El gol de Topal en el Britannia Stadium facilitó mucha la clasificación y los valencianistas contuvieron las tímidas intenciones de un Stoke City que pareció sacar la bandera blanca antes de aterrizar en Manises. La complicada situación en la Premier League hizo que el equipo inglés viniera sin seis de sus jugadores titulares y una convocatoria formada únicamente por quince futbolistas.
Tampoco es que vinieran de turismo a la soleada ciudad española. Plantaron cara con lo que tuvieron, le pusieron las ganas de cualquier equipo inglés e incluso despertaron algún fantasma por culpa de los errores defensivos valencianistas. Pero se esfurmaron antes de la media hora de juego gracias a un certero contragolpe comandado por Pablo Hernández y ejecutado por Jonas. A partir de ahí, el equipo valencianista dominó el partido a su antojo hasta descentrar por completo al Stoke, que acabó el partido más interesado en buscar tanganas que en el tanto de la honra.
La ventaja cosechada en el Britannia Stadium debía ser suficiente para ver al Valencia en los octavos de final de la Europa League. Ni siquiera las bajas de Banega y Tino Costa eran motivos suficientes para sospechar de una machada británica. Ese puesto lo ocupó Dani Parejo. El madrileño aprovechó la oportunidad de Emery con un encuentro donde fue de menos a más. Pudo transformar dos libres directos y metió buenos pases entre líneas.
Resuelto el problema de la medular, Emery debía insistir en la seriedad defensiva. Una línea trasera férrea iba a ser la clave para frenar los últimos revolcones de un equipo del que mana poco fútbol y se obceca con bombardear el área rival. A diferencia del partido de ida, el Valencia no esperó tan atrás pero el nivel defensivo mostrado no estaba a la misma altura. La dupla formada por Rami y Dealbert no empezó tan segura y cedió dos claras ocasiones a Jones. Menos mal que el de Trinidad y Tobago tenía una tarde todavía más negra.
Los fantasmas sobrevolaron por un rato Mestalla. El Stoke City hacía más fútbol del esperado y el Valencia no terminaba por coger el toro por los cuernos. Urgía una inyección letal cuanto antes o la tarde se iba a hacer muy larga. Lo cierto es que sólo fallaba la primera línea valencianista porque creación y velocidad en el juego no faltaba. Y el remedio nocivo cayó en manos del Valencia antes de la media hora de juego y resultó ser una radiografía ilustrativa de lo que estaba siendo el partido. Arismendi declaró la guerra por su cuenta en un ataque inglés y sólo pudo ser maniatado, al límite de la legalidad, por cuatro defensores valencianistas. Después el Valencia ejecutó el contragolpe de forma magistral. Pablo Hernández se marchó por la derecha, dejó atrás a Collins, y el pase de la muerte lo aprovechó Jonas.
El tanto del brasileño trajo la calma a Mestalla aunque no llegó a apagar del todo las luces del Stoke City. Nada más recibir el tanto, Jones se fabricó la ocasión más clara al cazar un balón caído del cielo que obligó a Guaita a sacar el brazo. El Valencia agotó el primer tiempo desplegando un juego paciente.
El Stoke City bajó los brazos nada más comenzar el segundo tiempo, cuando vio que el Valencia no iba a perder la concentración. Porque los de Emery salieron con ganas de mover el balón de una banda a otra con la intención de romper una zaga de centrales, la formada por el exmadridista Woodgate y Hurth, más endeble cuanto mayor era la distancia entre ellos. Emery quiso incidir ahí y sacó del campo a Jonas para fortalecer todavía más el ataque con Soldado. Los centrales 'potters' no pusieron buena cara a esa sustitución. La primera asociación terminó con falta y cartulina para Huth por derribar a Pablo Hernández al borde del área. El disparo de Parejo vio puerta pero no fue suficiente para sorprender al danés Sorensen. Pocos minutos después, Parejo se inventó un pase entre líneas para Soldado y al valenciano le bastaron tres toques para dejar atrás a los defensores pero no para batir al portero. Y también sacó de sus casillas Woodgate, que imitó a su colega de zaga con una falta al borde del área. Esta vez probó fortuna, sin suerte, Jordi Alba.
Así transcurrieron los últimos minutos del partido. El Valencia tocando y el Stoke corriendo al robo. Los británicos ni mostraron su última carta, dedicaron más tiempo a buscar los rifirrafes con los jugadores del Valencia. Ahora espera en octavos el PSV Eindhoven, líder de la liga en Holanda.