Real Madrid | La intrahistoria
El triunvirato, una fórmula que ha nacido por casualidad
Hay quien sostiene que la vía rápida para llegar a ocupar un banquillo de Primera es haber sido antes una estrella como futbolista. Por esa puerta, desde luego, no hubieran entrado Juanjo, Castaños y Pinillos. Los tres fueron futbolistas, un portero y dos laterales, pero ni por asomo se les puede aplicar el calificativo de estrellas. Si esta noche ocuparán el banquillo contrario al de Mourinho, otro que empezó desde abajo, es por casualidad. Las cosas de la vida. Juanjo era el segundo de Muñiz y Castaños, el de Portugal. Cuando sus jefes volaron alto, les dejaron atrás y Pernía les acogió bajo sus alas. Con Pinillos pasó lo contrario, el expresidente le lio con la renovación pero le dejó colgado de la brocha y le retiró a empujones de los terrenos de juego.
Empezaron los tres la temporada juntos en un despacho mientras Cúper iba hundiendo al equipo y fueron el plan B. Como no hay dinero, que entrenen éstos. Y ahí están, un partido perdido de nueve disputados. El triunvirato. El primero es Juanjo, pero Fede y Pini, como les llaman todos, tienen voz y voto. Y como son dos, a veces ganan.