Apoño
"Debemos pelear, bajar a este club no nos puede dar igual"
De entre todos los jugadores que el Real Zaragoza tanteó para incorporarse en invierno, Apoño fue uno de los que más puso de su parte para subirse a un carro tan poco halagüeño. "Era un desafío personal", insiste ahora que, después de dos partidos, la situación ha empeorado. Su compromiso sigue en pie. Queda poca esperanza, pero una obligación: "Hay que pelear a muerte en cada partido".
Ha cambiado el clima suave de Málaga y sus aspiraciones europeas por el frío siberiano y una última posición en el campeonato
Ya sabía que no venía a una ciudad muy calurosa, pero estoy aquí para jugar y ayudar al Zaragoza, no para pasar frío ni tomar el sol. Era muy consciente de la situación y si acepté fue porque me parecía un desafío bonito, un reto personal.
Y el desafío se hace cada día más grande...
La cosa está muy difícil, pero no imposible. Y mientras no sea imposible todos vamos a dar el máximo para sacar al Zaragoza adelante.
¿Será el Zaragoza el primer equipo que se salva en la historia con una desventaja como la que lleva a estas alturas?
He oído que nadie lo ha conseguido, pero las estadísticas están, como decimos siempre, para romperlas. Algún día eso tiene que cambiar: ojalá seamos nosotros.
¿Cómo se plantea el resto de lo que queda de campeonato un equipo al que todo el mundo da ya por desahuciado?
No nos vamos a engañar, la cosa está muy complicada. Pero mientras matemáticamente no estemos descendidos, vamos a pelear a muerte cada partido. No podemos rendirnos, tenemos que dar la cara e intentar sacar los puntos que necesitamos. Los futbolistas estamos aquí para pelear, no puede ser que el Zaragoza se vaya a Segunda y a nosotros nos dé igual. Tenemos los cinco sentidos puestos en el equipo y en el club, y vamos a dar todo para salvarnos.
El domingo fueron superados por un rival directo como el Rayo. ¿Qué enseñanza les dejó ese encuentro?
Fue un partido muy malo, la verdad. Si hubiera sido un buen partido, habríamos ganado. No lo fue. Hubo pocos momentos buenos. Así que debemos aprender y ser conscientes de que tenemos que seguir apretando y mejorando mucho. Ahora viene la visita al Espanyol: muy difícil, sí... pero no hay nada imposible.
¿Cómo se encuentra jugando a un lado?
Mi posición siempre ha sido en el medio, pero estoy aquí con los cinco sentidos y si el mister me ve ahí, no tengo problema. No me vale de excusa: un futbolista debe adaptarse a cualquier posición. ¿El cambio de banda del otro día? Fue una situación normal: Rúben Micael me pidió pasar a la izquierda y yo no tenía problema. El futbolista debe tener personalidad también para tomar decisiones en el campo.
Hablando de personalidad, después de perder con el Rayo el entrenador dijo que el equipo tiene miedo a ganar. ¿Ustedes lo sienten así?
Los futbolistas sabemos que no estamos bien. Somos los que salimos al campo y nos damos cuenta perfectamente. La situación, es verdad, te hace estar peor. Yo lo he vivido en Málaga, en momentos así nada te sale bien y puede pesar un poco. Pero somos profesionales y hemos de convivir con esto y con lo que sea. La situación del Real Zaragoza depende de nosotros: si desciende será culpa nuestra; y si se salva, también.
Son ya tres partidos en los que el equipo se adelanta en el marcador y acaba perdiendo.
Yo no estuve contra el Getafe. Con el Madrid, aunque te pongas por delante, tienes un 80% de posibilidades de que te acaben ganando. Respecto al Rayo, nos pusimos delante aun jugando mal, hay que reconocerlo. Deberíamos haber sido más listos, haber aguantado más. Nos metimos un poco atrás, esperando que no nos marcaran, y el partido se nos fue en diez minutos. Ya no pudimos reaccionar. Tenemos que evitar eso, hacer lo que sea para que no nos empaten.
Que todo el mundo les dé por descendidos, ¿puede ayudarles a jugar más sueltos?
Cuando ya no cuentan contigo para salvarte, eso te quita presión. Incluso puedes jugar algo más relajado. El Xerez lo hizo. Hace dos o tres años estaba desahuciado y se recuperó, hasta los dos últimos partidos no descendió.
El lunes se reunieron dos horas en el vestuario. ¿Qué sale de ese diálogo?
Que queda mucho y que tenemos que pelear. Nos vemos últimos y a mucha distancia de la permanencia, pero nos vino bien porque todos coincidimos en que aún podemos dar mucho más y que lo vamos a dar.
Manolo Jiménez pareció por primera vez superado tras la derrota del domingo. ¿Qué les transmitió a ustedes el lunes? ¿Lo ven vencido?
El mister está muy comprometido. Es normal que después de un partido así esté amargado. Yo también lo he estado, porque el partido fue bastante malo. Pero se ha sobrepuesto ya y sigue diciendo que su confianza en el equipo es plena y que vamos a salir adelante.
¿Entendería el equipo que la afición bajara los brazos ante el estado desesperado del equipo tanto tiempo?
Entenderemos cualquier cosa que haga la afición. Cuando critica y cuando aplaude. Pagan y están en su derecho de opinar lo que quieran. Tienen razón, no se les puede decir nada por que se quejen. Nosotros estamos aquí para intentar cambiar esa idea: hacerlo bien a partir de ahora, apoyarnos en ellos en el próximo partido en casa y ganar. Porque que te puteen si todos los días pierdes, es normal. Con lo que la afición disfruta es con las victorias.