En junio también arrancarán las obras de la que será la Residencia de la Cantera. Contará con una superficie total construida de 7.533 metros cuadrados, tres plantas (una para zonas comunes y dos para las habitaciones) y se ubicará junto a los seis campos de entrenamiento dedicados para los canteranos. Así podrán acceder a pie para ejercitarse en menos de treinta segundos (el anterior proyecto de residencia paralizó sus obras hace casi tres años al estar lejos de los campos y no ser funcional).
La Masía Blanca será austera, pero gozará de todas las instalaciones necesarias para acoger a los más de 100 chavales que llegarán de fuera de Madrid. Gozarán de dos aulas de estudio para que al menos dos horas al día las dediquen a cuidar su formación académica. El club dispondrá de tutores para supervisar la progresión de los críos más allá de su formación futbolística.
Podrán acceder desde la calle a través de la parada de Metro y de autobús que habrá junto a la entrada de la futura residencia. -T. Roncero