"Al fútbol juegan dos y no vamos a salir rendidos"

El Mirandés jugará mañana ante su afición el partido de ida de una histórica semifinal de Copa del Rey ante el Athletic. Y tras la proeza de haber dado la sorpresa en la competición, el equipo de 2ªB no quiere despertarse aún del sueño. Esta tarde, en el Encuentro con los Ases que este periódico organizó en la Casa de la Cultura de Miranda de Ebro, el técnico del modesto equipo burgalés, Carlos Pouso, animó a su afición a no entregar la cuchara: "No saldremos rendidos ante el Athletic. Al fútbol juegan dos y hay que disputar la eliminatoria. Queremos dar guerra. Esto es como el vídeo del jabalí y el león. Nosotros nos queremos comer al león".

Las palabras de ánimo del entrenador animaron a un auditorio repleto hasta la bandera. Unas 700 personas abarrotaron la sala (hubo mucha gente que se tuvo que quedar de pie) y compartieron su momento de gloria con el director de AS, Alfredo Relaño, así como con uno de sus subdirectores, Pedro Pablo San Martín, además de con Tomás Roncero, Manolete y compañía. Al técnico más laureado del mes de enero le acompañó el presidente del Mirandés, Ramiro revuelta, y el preparador físico del equipo, Adolfo Mínguez. Pouso dio las claves del éxito: "Nunca hay que olvidar de dónde venimos. Es importante gestionar un grupo y nosotros cuidamos mucho el no meter a cualquiera en este vestuario. Ya sabía como era esta afición antes de fichar. A las 17:00 horas de un domingo, en Anduva es fiesta nacional". El técnico fue más allá: "Aunque un día venga Messi, nadie cobrará en este equipo más que Pablo Infante o Iván Agustín, que son los que más tiempo llevan aquí. Eso se cumplirá a rajatabla. Quien no lo respete lo deberá hacer por encima de mi cadáver".

Pouso también habló de la actualidad del fútbol nacional. Cómo no, Roncero le sacó el tema del Madrid a colación. Y el míster no se cortó. "Pepe es un jugadorazo pero su técnico debería decirle que se gaste algo de dinero de su bolsillo en psicoanálisis. Sus actitudes generan violencia. Los comportamientos del Madrid no son coherentes con su historia".