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Liga de Campeones | Real Madrid 6 - Dinamo Zagreb 2

Un avión por el Bernabéu

El Madrid arrasó al Dinamo en 65 minutos. Dobletes de Callejón y Benzema. Buen estreno de Sahin como titular. Los croatas marcaron al final.

<b>ACROBÁTICO. </b>En el minuto 82, Benzema realizó un remate de chilena, que pudo suponer el séptimo gol, pero su disparo se fue al larguero.
ACROBÁTICO. En el minuto 82, Benzema realizó un remate de chilena, que pudo suponer el séptimo gol, pero su disparo se fue al larguero.

Se suele decir que la primera impresión es la que cuenta, pero no lo crean: es la última. Piensen en sus relaciones amorosas, laborales y futbolísticas. Hasta seis goles, alguno extraordinario, se empañan con el vaho moribundo de un par de tantos encajados con el pescado vendido. Es curioso. Los jugadores del Dinamo de Zagreb se marcharon con una sonrisa en los labios a pesar de la media docena, como si en los últimos minutos alguien, desde el césped o desde la grada, hubiera dicho, en perfecto croata, que el que mete gana. Y metieron dos.

La sensación es engañosa y se sacude pronto, bastan el agua fría y la hemeroteca. El Madrid sumó anoche su decimosegunda victoria consecutiva, racha que no conseguía desde la temporada 60-61, con Miguel Muñoz en el banquillo. Y añadan otro récord de vigencia continental: ningún equipo de Champions había marcado nunca tres goles en los primeros ocho minutos de un partido. Supongo que, insaciables como somos (Mourinho nos ha hecho así: ya no bostezamos, rugimos), esperábamos que continuara el ritmo goleador y que el Madrid acabara la faena con dobles dígitos, festival atómico y apocalíptico que hubiera colocado sobre el Atleti una amenaza casi nuclear. Ahora, cerrada la cuenta en seis y con dos encajados en los postres, el Madrid afrontará el derbi con ánimo similar al que mostrará el Dinamo para medirse al Inter Zapresic. Optimistas sin exagerar.

Para situar el partido en sus justos términos habrá que recuperar la memoria de los minutos del récord. Se acababa de cumplir el primero cuando Benzema abrió la cuenta, buen pase de Özil, no diremos asistencia, casi. El segundo lo marcó Callejón después de un magnífico cambio de juego de Özil, que últimamente le copia los apuntes a Xabi Alonso. El tercero lo firmó Higuaín y lo pudieron rubricar Maradona o Messi, por citarle compatriotas. Fue así: ganó la línea de fondo, oteó el horizonte y como no vio compañero en posición de remate, recortó y, encendiendo un puro, se la picó al portero, buen portero hasta ayer.

Para el Madrid no era un partido, sino una golosina. Al menos, hasta el 65', cuando llegó el sexto. Antes marcaron Özil, de rechace, y Callejón, de nuevo, esta vez aprovechando una asistencia de Varane. El que hizo la media docena fue prueba de la amistad fraternal entre Benzema e Higuaín, dos jugadores que se quieren aunque estaban llamados a odiarse. Pared, taconazo del argentino, y gol del francés, ayer arrebatado por las musas. Tal fue su arrebato que se preparó una chilena en el área como el que se prepara un café. Su volea se estrelló en el larguero y su impacto sigue viaje por la estratosfera.

Debut. Capítulo aparte merece Sahin. Aunque el comentario no es muy científico, diremos que pinta bien. Se maneja con el aire de los zurdos buenos, sin alterarse. Tiene pase, visión y ayer demostró más personalidad que fútbol, lo que no es mal apunte para quien viene de tan larga lesión. Por cierto, combina con Xabi Alonso y ya lo aviso: por ahí atacaremos a Mou.

Al final, lo dicho. En el tiempo de la basura, los croatas metieron dos. Y según ellos, valen.